jueves. 25.04.2024

Castilla y León carece de un plan de prevención de la ludopatía, actualmente reciben ayuda de las asociaciones más de mil familias afectadas en nuestra comunidad, "y están atendiendo incluso menores de edad". Por lo que los profesionales insisten en la necesidad de hacer campañas de prevención para que los jóvenes vean en el juego el peligro que en realidad tiene.

El pasado 29 de octubre, se celebró "El Día sin Juegos de Azar" y hoy queremos hablar de esta compleja patología, que según las estadísticas, afecta a más de medio millón de personas en nuestro país.

La ludopatía o juego patológico, declarada como enfermedad por la OMS, provoca un deseo incontrolable por el juego y puede alterar la vida personal, social y laboral de la persona.

"Los grupos de terapia están repletos de menores de edad, todos coinciden en que la facilidad para jugar desde el móvil les atrapó"La ludopatía, al igual que el alcohol, son adicciones muy complicadas de asumir como enfermedades ya que jugar o beber están socialmente aceptadas. Nadie se imagina que una persona que juega se la pueda considerar como enferma ya que “todos jugamos a algo de vez en cuando”. Sin embargo, el ludópata no juega por pasar el rato o por obtener una pequeña ganancia, como puede hacer la mayoría de personas que suelen jugar a algún juego de azar. Para el ludópata, el juego se convierte en un pozo de aislamiento personal, social, familiar, laboral… Llega un momento en el que todo gira entorno al juego. Cuando no está jugando, su mente está pensando en la próxima vez, en cómo obtener el dinero, en qué lugar jugará.

La persona que padece ludopatía no reconocerá con facilidad su problema y cuando lo haga, seguramente que su situación de dependencia al juego estará en un estado de gravedad muy probablemente asociado a problemas económicos.

Uno de los grandes problemas para el ludópata es la facilidad con la que puede acceder al juego, ya sea en un bingo, en una casa de apuestas, un casino, las loterías, jugando a las famosas máquinas tragaperras... Además las nuevas tecnologías aceleran la posibilidad de caer en la ludopatía y bajan la media de edad afectando a chavales en la adolescencia. Son muchos los jóvenes enganchados al póker, publicitado por famosos, y las apuestas deportivas online. Los grupos de terapia están repletos de menores de edad, todos coinciden en que la facilidad para jugar desde el móvil les atrapó.

En lineas generales, las máquinas tragaperras siguen constituyendo uno de los mayores focos de problemas para los ludópatas. El gran poder adictivo de estas máquinas se debe a una serie de aspectos implicados en su funcionamiento:

-Están casi en todos los bares (a veces por duplicado).

-Pueden obtenerse ganancias elevadas con apuestas pequeñas.

-Se requiere muy poco tiempo entre la apuesta y el resultado (factor este muy importante). Pensamientos del tipo “la máquina está a punto de dar el premio”.

-La vistosidad de las luces y los ruidos atrayentes que seducen a los jugadores y les producen tensión emocional.

-La creencia errónea que se tiene cierto poder sobre la máquina que a la vez produce ilusión de tener el control.

Como se aprecia son muchos los factores seductores de las máquinas.

¿Cómo se produce el paso de jugar de una forma lúdica a una forma patológica?

Como en la mayoría de las adicciones no existe un desencadenante único, sino que es la suma de una serie de factores, como son algunas características de la personalidad (impulsividad, búsqueda de nuevas sensaciones…) o circunstancias concretas (problemas laborales, familiares, económicos, etc.).

La dependencia al juego, de forma general, se desarrolla a lo largo de diferentes fases:

1.- Fase de ganancia: El jugador invierte poco y va ganando algo. En esta etapa sus apuestas van aumentando progresivamente.

2.- Fase de pérdida: El juego es utilizado como estrategia para recuperar las pérdidas, pasando a jugar más tiempo y dinero.

3.- Fase de desesperación: Es la continuación del cúmulo de pérdidas y comenzarán los préstamos pedidos a familiares, amigos, compañeros de trabajo, bancos, tarjetas de créditos, prestamistas, fuentes legales e ilegales. Continuará pidiendo prestado dinero aunque no habrá devolución del mismo. Se incrementará el tiempo y dinero jugado pero el optimismo se desvanece por primera vez debido a la situación en que está.

4.- Fase de desesperanza o agotamiento: El jugador ya sabe que va a perder, pero este pensamiento no le impide seguir jugando.

Para el tratamiento de la ludopatía es imprescindible acudir a un profesional de la psicología y de la psiquiatría que guiarán el proceso de rehabilitación, donde una atención individualizada, los grupos de autoayuda y la medicación podrán ayudar al jugador a recuperar su vida.

“Lo más importante de la vida no es la situación en la que estamos, sino la dirección hacia la cuál nos movemos"

O. W. Colmes

|Juan Carlos Alcántara Amigo

Psicólogo

Mail: [email protected]

Twitter: @Alcantaramigo

ADICTOS AL JUEGO