jueves. 25.04.2024

El acoso escolar o bullying consiste en un maltrato psicológico, verbal o físico, que se suele producir tanto en el aula como a través de Internet y las redes sociales (ciberacoso) y que se mantiene a lo largo del tiempo.

En septiembre de 2014 UNICEF publicó el informe "Ocultos a plena luz", donde se hace la mayor compilación de datos jamás realizada sobre la violencia contra los niños. Este estudio muestra el impactante alcance del abuso físico, sexual y emocional que sufren niños y niñas de todo el mundo, y revela las actitudes que perpetúan y justifican la violencia, manteniéndola “oculta a plena luz”. Respecto al acoso escolar algo más de 1 de cada 3 estudiantes de entre 13 y 15 años en todo el mundo sufren actos de acoso escolar. Casi una tercera parte de los estudiantes de 11 a 15 años de Europa y América del Norte dijeron que habían intimidado a otros. En España, según el Estudio Cisneros X "Violencia y Acoso escolar", realizado por Araceli Oñate e Iñaki Piñuel decía que aproximadamente "uno de cada cuatro alumnos sufre algún tipo de acoso escolar".

Recientemente se producía un terrible suceso: Una adolescente de 16 años con discapacidad se suicidaba en Madrid a causa del acoso escolar que sufría en su colegio. La joven se despidió de sus amigos por Whatsapp con un mensaje que decía "estoy cansada de vivir", y después se tiró desde la sexta plaza del bloque de edificios en el que vivía en el barrio de Usera, Madrid.

El Acoso y la Violencia Escolar generan en las víctimas daños psicológicos graves (trauma psicológico, insatisfacción, ansiedad, infelicidad, problemas de personalidad) cuando las conductas de maltrato y hostigamiento se mantienen durante cierto tiempo (el tiempo necesario para que se manifiesten estos daños puede variar en función de variables como el apoyo afectivo que reciban las víctimas en su entorno familiar). Las relaciones sociales en el medio escolar se encuentran entre las más significativas del proceso de socialización. Estas relaciones tempranas determinarán aspectos importantes de la personalidad y de los recursos psicológicos del individuo. Por tanto sufrir acoso escolar podrá generar importantes daños sobre el desarrollo de la autoestima y la personalidad. Algunos de los daños generados por el acoso escolar pueden cronificarse llevando a cambios permanentes de la personalidad. Se recomienda por tanto que en aquellos casos en que el acoso haya afectado significativamente al niño victimizado, se busquen las ayudas profesionales necesarias.

Las secuelas psicológicas más habituales son: Sintomatología clínica de estrés postraumático, sintomatología de distimia, presencia de Flashbacks, ideación autolítica, disminución de la autoestima, sintomatología de ansiedad, somatizaciones o autoimagen negativa. Las características que presenta el acoso escolar son:

Intencionalidad. La agresión producida no constituye un hecho aislado y se dirige a una persona concreta con la intención de convertirla en víctima.

Repetición. Se expresa en una acción agresiva que se repite en el tiempo y la víctima la sufre de forma continuada, generando en ella la expectativa de ser blanco de futuros ataques.

Desequilibrio de poder. Se produce una desigualdad de poder físico, psicológico o social, que genera un desequilibrio de fuerzas en las relaciones interpersonales.

Indefensión y personalización. El objetivo del maltrato suele ser un solo alumno o alumna, que es colocado de esta manera en una situación de indefensión.

Componente colectivo o grupal. Normalmente no existe un solo agresor o agresora, sino varios.

Observadores pasivos. Las situaciones de acoso normalmente son conocidas por terceras personas que no contribuyen suficientemente para que cese la agresión.

El acoso escolar es muy difícil de detectar tanto en casa como en el centro escolar. En casa los/as padres/madres deben prestar atención a los siguientes síntomas:

1.-Quejas y malestar físico antes de ir al colegio (síntomas psicosomáticos como fiebre, dolor de cabeza, de barriga, etc. Estas señales pueden agudizarse los domingos, víspera del regreso a la escuela tras un 'pacífico' fin de semana).

2.-Evitación de actividades con sus compañeros.

3.-Alimentación: Algunos niños cuando sufren este tipo de acoso pueden perder el apetito de forma temporal.

4.-Cambios del estado de ánimo: Tristeza y apatía. Los constantes cambios de humor y mostrarse más sensible que de costumbre pueden constituir otro indicio.

5.-Pérdidas de material escolar o ropa deteriorada: Si el niño vuelve a casa siempre con la vestimenta rota o muy manchada, o el material en malas condiciones y no sabe dar explicaciones claras al respecto, puede estar siendo objeto de acoso.

6.-Falta de concentración: Los/as padres/madres pueden notar que a sus hijos/as les cuesta concentrarse.

7.-Comenzar a morderse las uñas.

8.-Presenta dificultades para dormir.

9.- Se queja de dolor en alguna parte y presenta moratones y arañazos.

10.- Disminuye su rendimiento escolar

En el colegio el acoso se produce casi siempre en ausencia de los adultos, y el resto del grupo, que la conoce muy bien, a menudo calla y protege con su actitud a los acosadores por temor a convertirse en víctima de ellos.

Ante cualquier indicio que nuestro hijo/a está sufriendo una situación de acoso escolar debemos prestarle la atención que se merece, ya que puede convertirse en una situación muy grave. Debemos intentar hablar con él e interesarnos por sus miedos y preocupaciones. No obstante, el ámbito natural de resolución de este problema es la comunidad escolar, al menos en un primer nivel. El abordaje debe ser conjunto e implicar a padres, profesores y demás miembros de la citada comunidad.

Juan Carlos Alcántara Amigo

Psicólogo

Mail: [email protected]

EL ACOSO ESCOLAR (BULLYNG)