viernes. 29.03.2024

"La libertad financiera es tener la opción de hacer las cosas que amas, sin que el dinero ni el tiempo sean un obstáculo para poder conseguirlo”.

Seguramente te habrás cuestionado muchas veces por qué muy pocas personas logran libertad financiera. La respuesta se encuentra en el sistema de creencias que poseemos, el cual hemos ido aprendiendo a lo largo de nuestro desarrollo. Este sistema de creencias es principalmente influenciado por nuestros padres y maestros. Nuestros resultados financieros, lamentable o afortunadamente, dependen de las creencias que tenemos. Y no me malentiendas, nuestros padres y maestros no buscaban afectar nuestra vida, al contrario, nos brindaron consejos que ellos mismos recibieron, con el objetivo de ayudarnos. El verdadero conflicto es que ese sistema de creencias, que es enseñado por la mayoría de padres y maestros en el mundo, es el factor que define si serás alguien próspero o no lograrás libertad financiera en tu vida.

Pero no todo está perdido, afortunadamente podemos modificar a nuestra conveniencia el sistema de creencias que tenemos y hoy comparto contigo la solución.

Quiero presentarte 10 reglas basadas en las enseñanzas que he venido aprendido de mis mentores y por su puesto que he puesto en práctica. Estas reglas llevadas a la práctica te ayudarán a lograr libertad financiera.

Lo mejor de esto es que hoy mismo te ayudaré a cambiar tus resultados financieros modificando únicamente tus creencias.

1. Los prósperos ven oportunidades, los pobres ven obstáculos. Los prósperos ven crecimiento, los pobres ven crisis. Los prósperos se centran en las ganancias, los pobres en las pérdidas. Los prósperos proponen soluciones, los pobres solo se quejan. En conclusión la diferencia de una persona próspera y una que no lo es, se define en su forma de ver al mundo.

2. Los prósperos no utilizan la palabra problema, usan el término “reto”. El secreto del éxito no es tratar de evitar los problemas ni deshacerte de ellos; tampoco acobardarte ante ellos. Un simple cambio de enfoque transformará tu vida, algo tan sencillo como cambiar de tu vocabulario la palabra problema y sustituirla por reto o por oportunidad. El secreto es que tú crezcas de tal forma que seas más grande que cualquier reto. Tu postura ante los problemas definirá si estos tendrán solución o no.

3. Los prósperos toman la iniciativa de su vida, los pobres esperan a que terceras personas resuelvan sus conflictos. La mejor forma de tomar el control de tu vida es preparándote financieramente. No olvides que el rico se educa, mientras el pobre se entretiene. Por esta razón al sistema le conviene que las personas ignoran su realidad.

4. Los prósperos se centran en ganar, conservar e invertir su dinero. Si quieres ser pobre, céntrate en gastarte el dinero. Puedes leer mil libros y asistir a un centenar de cursos sobre el éxito y la prosperidad, pero todo se reduce a eso… Ganar, conservar e invertir inteligentemente tus recursos. Cada €uro que pasa por tus manos tiene siempre dos opciones; la primera, convertirse en un activo y la segunda opción es ser gastado y transformarse en un pasivo. Tú tienes el control de tu futuro financiero.

5. Los prósperos administran antes de poseer, mientras que los pobres esperan tener para poder administrar. En muchos casos el pobre ya tiene gastado el dinero antes de que este llegue a sus manos. Los pobres tienen las siguientes ideas: “No tengo suficiente dinero que administrar”, “Me sobra mucho mes al final del día de pago” o “Comenzaré a educarme cuando tenga dinero”, ellos tienen un enfoque erróneo, es decir están mirando por el lado equivocado del telescopio. En vez de tener la idea de… “Cuando me sobre el dinero empezaré a administrarlo” se debe decir…“Cuando empiece a administrarlo me sobrará el dinero”.

6. Los prósperos hacen que el dinero trabaje arduamente para ellos, los pobres trabajan mucho por su dinero. Los ricos saben que la única forma de hacer que su dinero trabaje para ellos es construir un negocio e invertir las utilidades que este les brinde. Los pobres no alcanzan riqueza por que trabajan arduamente para enriquecer a alguien más.

7. Los ricos entienden que hay que pagar un precio hasta que “su dinero” trabaje lo suficiente para ocupar su lugar. Es decir, los ricos comprenden que su tiempo debe ser invertido con educación financiera para hacer que su dinero trabaje arduamente para ellos. Ellos piensan que cuanto más trabaje “su dinero” menos tendrán que trabajar ellos.

8. Si quieres obtener dinero tienes que brindarle algo de valor a las personas. Si quieres ser próspero debes brindarle algo de valor a miles de personas. La mejor forma de conseguir fortuna es edificar la vida de miles de personas a través de la generación de valor. Nuestra labor debe ser dejar el mundo mejor de como lo encontramos. Ayudar a muchas personas a mejorar su vida a través de nuestros negocios es la fórmula infalible de la riqueza.

9. El próspero está siempre dispuesto a pagar el precio de su éxito, aunque este sea duro y doloroso. Si estás dispuesto a hacer solo lo que sea fácil, la vida será dura. Pero si estás dispuesto a hacer lo que sea duro, la vida te será fácil.

10. El próspero sabe que siempre se puede obtener más de la vida, por eso siempre está aprendiendo y creciendo personalmente. Recuerda que siempre puedes ser más, tener más y hacer más, porque siempre puedes ser más sabio, es decir siempre puedes expandir tu contexto. Aprende esta lección invaluable: “Los prósperos no siempre fueron ricos, ellos decidieron crecer como personas y adquirir sabiduría, entonces no es lo que tengas hoy, más bien es en quien te conviertes en el proceso”.

La mejor forma de obtener más en la vida es ser más tú.

“Tu sistema de creencias es el responsable de los resultados que hoy tienes en la vida”. “Aquel que puede cambiar sus pensamientos, será capaz de crear un destino magnífico”.

Amados lectores, aprovecho para compartiros un texto evangélico donde se encuentra un joven rico y Jesús; teniendo lugar una conversación que conviene meditar; está en Marcos 10-17 y siguientes:

Versículo 17: “Al salir él, Jesús, para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. Él entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándolo, le amó y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el Reino de Dios. Ellos se asombraban aún más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Entonces Jesús, mirándolos, dijo: para los hombres es imposible, más para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del Evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones, y en el siglo venidero la vida eterna. Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros ”.

HOMBRE PRÓSPERO, HOMBRE POBRE.