jueves. 25.04.2024

La primavera es una de las estaciones que más afecta en nuestro estado de ánimo tanto desde el punto de vista positivo como negativo.

Después de los días del frío invernal, donde la luz es escasa y todo está mustio, llega una de las estaciones más deseadas, la primavera. Esta estación traerá durante los seis meses siguientes la luz del día ya que los días se alargan, y con ello las horas de sol. Las temperaturas se hacen agradables y nos apetece más salir y estar en la calle, dar un paseo por la playa o salir a hacer una ruta por la montaña. La naturaleza estalla antes nuestros ojos y todas las flores y plantas a nuestro alrededor germinan con fuerza y belleza inundando todo de colores. Este crecimiento que se da en la naturaleza también se da en nuestras vidas y se produce una mayor apertura a la comunicación, al amor y a la sexualidad. Muchos estudios han demostrado que el aumento del número de horas de luz suele comportar mayor bienestar personal, debido a que la luz estimula la producción de serotonina y suprime la producción de melatonina. Estas hormonas son clave para la regulación de los ciclos de sueño-vigilia, el nivel de energía y el estado de ánimo. La primavera también favorece la secreción de feromonas, oxitocina, dopamina y noradrenalina, hormonas relacionadas con la atracción sexual y que influyen positivamente en el estado de ánimo, aumentan el interés por realizar actividades y por relacionarse con otras personas.

Los cambios primaverales son importantes y nos afectan en gran medida, por tanto requerirán de un proceso de adaptación que puede tener un componente positivo como el que se ha comentado al inicio, denominado euforia primaveral, o por el contrario un componente negativo denominado astenia primaveral. Todas las personas no reaccionan igual ante esta adaptación a los cambios, y lo que para unos será disfrutar de un estado emocional positivo y agradable manifestando alegría, ganas de salir, euforia, mayor energía, para otros se transformará en tristeza, apatía, insomnio y fatiga, más conocida como astenia primaveral. La astenia primaveral tiene distintas causas: los cambios de horario (adelantar la hora), las modificaciones ambientales (con otras condiciones de luz y presión atmosférica) y la adopción de otras rutinas (debido al buen tiempo y a que anochece más tarde) pueden alterar el organismo, haciendo disminuir la producción de endorfinas, que son las hormonas del bienestar. Además, el aumento de horas de luz altera la segregación de melatonina. Hay personas que consiguen adaptarse mejor a estos cambios, sin embargo para algunos adultos y, especialmente, para los niños y los ancianos, esta adaptación puede ser más difícil. Los síntomas característicos de la astenia primaveral son los siguientes: cansancio generalizado, falta de energía, somnolencia diurna, insomnio, problemas para concentrarse, irritabilidad, falta de apetito, disminución del deseo sexual y malestar general. Esta sintomatología suele prolongarse durante una semana o dos aproximadamente, el tiempo que tarda el organismo en acomodarse a las nuevas circunstancias ambientales. Las recomendaciones para superar una situación de astenia primaveral pasan por: garantizar una buena calidad y cantidad de sueño. Evitar el consumo de cualquier tipo de sustancia excitante como tabaco, alcohol o bebidas con cafeína. Realizar ejercicio físico moderado (caminar, nadar, montar en bicicleta…). Seguir unos horarios fijos para que nuestro cuerpo vuelva a encontrar de nuevo su equilibrio. Realizar una dieta sana y equilibrada, rica en verduras, frutas y cereales. Hidratarse convenientemente. Rodearse de personas positivas que nos animen a salir y hacer cosas divertidas o interesantes. Es importante entender que este estado solo durará un par de semanas aproximadamente y realizando los consejos que se comentan nos ayudará a sobrellevarlo. Otro de los consejos importantes es tener paciencia y no atiborrarse a complejos vitamínicos ni pastillas milagrosas, y por supuesto, no automedicarse. Una buena dieta rica en todo tipo de nutrientes, ejercicio moderado y un descanso eficaz serán suficientes.

"En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente".

Gibran Jalil Gibran

Juan Carlos Alcántara Amigo.

Psicólogo.

Mail: [email protected]

LA PRIMAVERA LA SANGRE ALTERA