martes. 23.04.2024

Los pedos del señor Folgado

 Los pedos del señor Folgado

 

“EL CARBON ESPAÑOL NO ES RENTABLE PORQUE CONTAMINA MUCHO…”

(José FOLGADO, Presidente de la Red Eléctrica de España en La Nueva España, el 23 de abril de 2012)


Son sus pedos, señor Folgado, los que huelen muy mal y contaminan la atmósfera, mucho más que los pedos del ganado, porque nosotros también somos productores de metano. Si una persona produce entre uno y tres litros de gas al día, distribuidos en aproximadamente catorce pedos diarios, multiplique usted esa cifra por los 6.500 millones de humanos que habitan este planeta y verá el resultado. Al final, hasta por comer un plato de fabada vamos a tener remordimientos medioambientales. ¿Acabarán decretando una dieta baja en hidratos de carbono por el bien de la humanidad ?


Sí, señor Folgado, el sector ganadero es uno de los principales responsables del efecto invernadero en el mundo que tanto le preocupa a usted y a todos los anti carboneros y, además, resulta mucho más nocivo que el sector del transporte, según los muy recientes informes de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO): “El sector ganadero genera más gases de efecto invernadero, los cuales al ser medidos en su equivalente de dióxido de carbono (CEODOS) son más altos que los del sector del transporte”, sostiene la ONU. El sector ganadero, siempre según el mismo informe, es el responsable del 9 por ciento del CEODOS procedente de las actividades humanas, pero produce un porcentaje mucho más elevado de los gases del efecto invernadero más perjudicial, generando el 65 por ciento del óxido nitroso de origen humano, que tiene 296 veces el Potencial de Calentamiento Global del CEODOS, procediendo la mayor parte de este gas del estiércol. Además,  la ganadería no sólo amenaza el medio ambiente sino que también es una de las principales causas de la degradación del suelo y de los recursos hídricos.


El ganado es responsable del 20 por ciento de las emisiones mundiales de metano, un gas que es 20 veces más potente que el CEODOS, como gas de efecto invernadero. Por ejemplo, NUEVA ZELANDA, uno de los países que subscribió los Protocolos de KIOTO, con una población de 4 millones de habitantes, es uno de los países que más emisiones de gas metano lanzan a la atmósfera, al poseer en torno a los 55 millones de cabezas, entre ganado bovino y ovino.


¿Matamos todo el ganado del mundo, cuando este representa el medio de subsistencia para 1.300 millones de personas en el mundo y el 40 por ciento de la producción agrícola mundial? ¿Nos hacemos todos vegetarianos, a sabiendas de que la agricultura también contamina el planeta como, por ejemplo, los cultivos de arroz que son responsables del 12 por ciento de las emisiones de metano a la atmósfera ? ¿Prescindimos de todos los vehículos y medios de transporte en general? Desde luego, si todo es malo para nuestro planeta, entonces la humanidad es mala y lo mejor es desaparecer…


Sí, señor Folgado, todo es contaminante, uno más que otro. La realidad es que, desde que los humanos aprendimos a dominar el calor, la luz y el poder de las llamas, nuestro deseo de poseer estas tres formas  de energía no ha hecho más que crecer de una manera incontrolada que ha conducido a peligrosos excesos, y ahora el planeta sufre las nefastas consecuencias, siempre según la moda que se lleve. Hace unos años, por ejemplo, la moda era hablar de la descongelación de Alaska, hasta que se invirtió la tendencia y se hizo el silencio mediático. Este invierno de 2012 ha sido el más frio de los normal en Alaska, unos 0,8 ºC por debajo de la media 1971-2000. En consonancia con el frio de Alaska, el mar Bering que acaba por el norte en el estrecho que se abre el Artico, presenta este invierno, según las imágenes de la NASA, 100.000 kilómetros cuadrados más de hielo que la media de los años 1979-2000. ¿ Qué tiene que ver el CEODOS, me pregunto yo, con estas variaciones y diferencias geográficas en la región ártica ? Más bien me inclino a pensar que nada se sabe a ciencia cierta cuánto tiene que ver el efecto invernadero provocado por el incremento del CEODOS en la subida final de la temperatura, si mucho, poco o nada.


De repente, disponíamos de un enorme capital: los depósitos de helechos, plancton y dinosaurios acumulados durante millones de años, que el tiempo había comprimido hasta convertirlos en carbón, gas y petróleo. Éramos los afortunados herederos de un antepasado muy rico y nos pusimos a gastar sin miramientos, hasta que el derroche nos convirtió en lo que somos. Cada una de nuestras revoluciones - la industrial, la química, la electrónica y la de la información - es tributaria de esa nueva sangre que ahora corre por las venas de nuestra economía. La revolución del consumo es quizá la que más le debe, porque nuestra descontrolada expansión urbanística resultó ser la manera definitiva de multiplicar el consumo de combustible, donde las casas cada vez más grandes, más llenas de aparatos y comunicadas entre sí por coches cada vez más grandes y más vacíos, hicieron que los contadores de la luz y de los surtidores de las gasolineras girasen más rápido que nunca…


Pues bien, de todos los combustibles existentes en el planeta, el carbón es el más sucio y, por tanto, el que más CEODOS libera en la atmósfera, según el imperialismo europeo, hoy representado en Bruselas y por los sicofantas ecologistas, a través de sus voceros internacionales, como el ínclito premio Nobel Al Gore, y locales, como los Folgado y demás compinches del gran negocio eléctrico.


Central Térmica de Carbón en CHINA, el mayor productor de carbón del mundo, que depende de esta materia prima para alimentar un 70 por ciento de sus necesidades energéticas. ¿Por qué estos voceros aludidos, verdaderos lacayos al servicio de los poderes financieros mundiales, no se atreven a insinuar siquiera el cierre de una sola mina de carbón en China, de igual manera que aquí, en España, vienen haciéndolo efectivo con el concurso hipócrita de sus pandilleros sindicales del SOMAFIAUGT Y CC.OO. ?


La pregunta que me surge es la siguiente: ¿Podemos seguir quemando carbón para producir electricidad sin que se dispare la emisión de los gases de efecto invernadero, sobre todo cuando estamos hablando del combustible con mayores reservas mundiales que genera en la actualidad el 30 por ciento de toda la electricidad del planeta ? Y la respuesta nos la dan las dos economías que más crecerán en el futuro, CHINA e INDIA que, junto con EE.UU., poseen las mayores reservas de carbón y alimentan sus centrales eléctricas con este combustible. A modo de ejemplo, la central Hunter de Utah, que alimenta la red del Oeste de Estados Unidos, en plena expansión, consume unas 15.000 toneladas de carbón al día, casi tanto como el total de la producción anual de carbón en España y seis veces más que la producción anual  de carbón en HUNOSA. Por otra parte, las reservas de carbón son demasiado importantes – en España también -, suficientes para ser explotadas durante siglos, y su producción aumenta cada año gracias a nuevas explotaciones en China, Australia, Mongolia, Indonesia, Colombia o Sudáfrica. Solamente en China se han construido unas cien centrales térmicas de carbón con una capacidad total de 75.000 MW, una cifra que duplica la electricidad punta consumida en España.


El Blog de Antón Saavedra

Los pedos del señor Folgado