El viejo escenario del convento de San Francisco de León renace décadas después. Y lo hace con un proyecto pionero, arriesgado y con enorme fuerza, porque está impulsado por el Centro Dramático Leonés, que agrupa a tres empresas leonesas del mundo del escenario, empeñadas en dotar a la ciudad de un espacio estable y con una oferta alternativa y muy familiar, tanto de artes escénicas como de cine.
Las 270 butacas y un escenario dotado con los últimos adelantos permitirán una programación estable durante todo el año, a excepción de agosto, que a partir de mañana ya está totalmente programada hasta mayo, siempre bajo dos enfoques: la oferta familiar y, en consonancia, los precios “muy asequibles”.
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