20 de febrero de 2013, 10:48
Teatro Begidum: "Naturaleza muerta en una cuneta"
Naturaleza muerta en una cuneta: una inquietante trama policíaca que transita por las cloacas de la sociedad.
Adolfo Fernández interpreta y dirige Naturaleza muerta en una cuneta, un inquietante thriller escrito por el joven dramaturgo italiano Fausto Paravidino, que llega al Bergidum en una impecable producción en cuyo reparto, además de Susana Abaitua, Sonia Almarcha, Ismael Martínez y Raúl Prieto, destaca David Castillo, actor popular por su papel de Jonathan de "Aída". La actuación está prevista para el próximo sábado, 23 de febrero.
Estamos ante un thriller que gira en torno al asesinato de una joven, esa “naturaleza” hallada sin vida en la cuneta de una carretera, y la trepidante carrera contra reloj del inspector encargado de la investigación, que dispone solamente de unas horas para resolver el caso, antes de que el crimen trascienda y Elisa Orlando se convierta en una muerta de telenoticias.
El cadáver de la chica acaba de aparecer, desnudo y boca abajo, en la cuneta. El inspector Salti tiene seis horas para resolver el crimen: “En cuanto amanezca, será noticia y con las noticias se trabaja fatal”, dice. Un agente, no tarda en dar con los padres de la víctima. “Elisa era una universitaria ejemplar”, aseguran, pero el forense ha encontrado cocaína en su sangre: se metía de todo, resuelve el inspector. Naturaleza muerta en una cuneta, de Fausto Paravidino (premio Vitorio Gassman al mejor texto teatral en 2004), es un thriller apasionante donde la vida en los bajos fondos y la que lleva la gente teóricamente de bien se entrecruzan, con sumo peligro para todos.
Alternando escenas breves, saltos de localización, diálogos picados y monólogos sustanciales en los que Salti se dirige al público como si hablara consigo mismo, Paravidino teje una intriga cabal y sin trampas, la mantiene en alto y la hace desembocar en un final inimaginable. Adolfo Fernández, director y coprotagonista del espectáculo, lo sirve con pericia, dosifica los golpes de humor, resuelve por derecho las escenas de acción e insufla humanidad a ese inspector cuya eficacia es directamente proporcional a lo heterodoxo de sus prácticas; Ismael Martínez y Raúl Prieto le dan un apresto lumpen genuino a sus personajes, y la prostituta bosnia encarnada por Susana Abaitua conmueve con su llamada telefónica a la casa materna y con el dramático relato de cómo la engañaron
"Un buen trabajo teatral, sin alharacas, con lo imprescindible. Buena adaptación, buen pulso en la dirección y trabajo excelente del equipo actoral en un espacio escénico eficaz y bien iluminado", ha dicho la crítica. La pieza está recomendada por la Red Española de Teatros.
El director, Adolfo Fernández, y su equipo artístico, participarán el viernes, día 22, en un encuentro con alumnos del IES Europa, dentro del programa Todas las caras de la escena, que se está llevando a cabo con apoyo del Ministerio de Cultura.
