miércoles. 24.04.2024

España es uno de los países de la Unión Europea con mayor porcentaje de fracaso escolar. En esto influyen muchos aspectos, uno de ellos son los problemas de visión

Para solucionar el gran problema del fracaso escolar los expertos recomiendan la creación de programas globales que tengan en cuenta las dimensiones sociales, familiares y educativas de los alumnos. Pero también hay que fomentar las revisiones oftalmológicas y optométricas, principalmente en la población infantil.

Aunque no podemos afirmar que el fracaso escolar esté directamente relacionado con los problemas de la visión, no es extraño encontrar niños con alteraciones visuales que como consecuencia de ello se encuentren con un impedimento adicional en su proceso de aprendizaje.

¿Cómo darse cuenta?

A pesar de que puede parecer fácil percatarse de que nuestro hijo no ve bien, no es así. Un niño pequeño no sabe lo que es ver bien hasta que no ve bien. Por lo cual no puede saber qué ve mal si siempre ha visto así. Por este motivo, con la llegada de la escolarización es cuando se ponen de manifiesto muchos de estos problemas visuales.

Además, los niños en su inocencia y timidez, muchas veces ocultan estos problemas, bien por desconocimiento o bien por miedo a ser distinto a sus compañeros y la mayoría de las veces por el miedo a tener que llevar unas gafas, que inicialmente no suelen ser bien aceptadas.

Una prueba para salir de dudas

La detección de todos estos problemas es muy sencilla, solamente con el control oftalmológico y mediante la dilatación de la pupila, lo cual es totalmente imprescindible para conocer de manera exacta su graduación verdadera, podremos saber si existe necesidad o no de llevar gafas. Esta prueba se puede hacer desde que el nacimiento, no existe límite de edad.

Los defectos de la visión más comunes:

MIOPÍA: dificultad de visión a media-larga distancia.

HIPERMETROPÍA: dificultad de visión de cerca.

ASTIGMATISMO: dificultad de visión a todas las distancias

ESTRABISMO: la pérdida, de paralelismo de los ojos de modo que cada ojo mira en una dirección.

Gafas o lentes de contacto

Siempre que hablamos de corrección visual en niños se asocia de forma inmediata con el uso de gafas y no hemos cuestionado la posibilidad del uso de lentes de contacto. Salvando los condicionantes derivados de la posible inmadurez del niño para la manipulación y cuidados específicos de limpieza y desinfección de las lentes, que por otro lado deben entenderse como propias de cada individuo y su entorno, si nos basamos en los beneficios para la visión, en general, con lentes de contacto se ve mejor y son muy conveniente en defectos de graduación elevados, ya que con ellas se alcanza una mejor calidad de visión. Además, su uso es necesario o muy conveniente cuando el niño presenta una gran diferencia de graduación entre un ojo y otro, lo que conocemos técnicamente como anisometropía.

|Equipo Técnico.

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