viernes. 29.03.2024

Sexo con acento oriental

Sexo con acento oriental

 

¿A quién no le gusta que le acaricien? ¿Probar cosas nuevas? El sexo Tao propone disfrutar de las relaciones sexuales a través de un equilibrio físico y emocional que hacen del momento un encuentro único.

 

Cristina Pérez | Redactora Innova Creative Mind.

Con el ritmo de vida actual, algunas parejas se acomodan en la rutina y olvidan la importancia de practicar un buen sexo. La apatía, el cansancio o el estrés son algunos de los motivos que llevan a tener una vida sexual poco saludable. La filosofía china propone un modelo de salud física y mental basado en la armonía con la salud y la naturaleza. La forma de estimular la sexualidad y acariciar el cuerpo de la pareja, hacen del sexo Tao un mundo aún por descubrir en Occidente.


La filosofía Tao se basa en alcanzar la inmortalidad siendo plenamente felices y aprendiendo de las enseñanzas del camino. De esta forma, el objetivo del sexo no es la eyaculación ni el orgasmo, sino, la conexión espiritual de la pareja. A diferencia de la forma de vivir la sexualidad occidental, éste presta especial atención a la manifestación de los sentidos: tocar, oír, oler… Por encima de todo, se ha de sentir cómo se libera el cuerpo aceptándolo tal y como es, sin miedos. La finalidad es la satisfacción de la pareja, en el caso del hombre, aún sin necesidad de eyacular. Para los orientales, el orgasmo masculino se separa de la eyaculación y esta energía se transforma en longevidad.


Con la intención de disfrutar y percibir esa conexión, las técnicas del Tao sugieren acercarse progresivamente el uno al otro, sin tiempo. Acomodarse en un ambiente de relajación y mantener una respiración suave son algunas de las claves para cultivar el placer. Un placer para muchos desconocido, colmado de un erotismo anímico que persigue el conocimiento del funcionamiento del sexo opuesto. Los besos, los movimientos lentos y las caricias sobre el cuerpo de ambos permiten alcanzar un clímax de unión físico-espiritual. Sin duda, un sexo milenario del que aún nos queda mucho por descubrir.


Sexo con acento oriental