viernes. 26.04.2024

VIVE Y DEJA VIVIR

Le estoy dando vueltas por dónde empezar este artículo, porque la verdad es que hay muchos inicios, pero voy a ir directamente al grano. Estoy harto, indignado, aburrido, mosqueado, irritado, hasta los..., de los mal llamados animalistas. De hecho, es que veo a uno y ya me cae mal sin conocerlo.

Los grupos animalistas denuncian falsamente que 50.000 galgos son abandonados o sacrificados cada año en nuestro país. El SEPRONA indica que sólo el 16% de perros abandonados corresponden a esta raza y solo el 1,9% de casos de perros maltratados corresponde a la raza de galgo. No se puede empezar la casa por el tejado nunca. Primero debemos ser humanistas (nuestra especie es la humana, parece que alguno se le ha olvidado) y después animalistas, pero nunca al revés. Se meten con todo y contra todo. Por enumerar algunas de las últimas barbaridades que he leído:

Unas chicas piden que no se tome leche ya que es el producto de una violación que les hacen a las vacas. Si el teclado tuviera los emoticonos del whatsapp, ahora venía el de la cara riéndose con lágrimas.

Se quieren meter con los apicultores, ya que estos explotan a las abejas.

En Valdepeñas (Ciudad Real) las juventudes comunistas denuncian a un señor que va montado en un poni por la calle. La Guardia Civil les recordó a los denunciantes que no hay delito ya que ni pega ni maltrata al animal. Los denunciantes rechazan utilizar a cualquier animal como medio de carga, tiro o transporte.

En Israel, según cuenta Antena 3, una mujer se presentó en una clínica veterinaria con un caracol que había pisado para que le reconstruyeran el caparazón.

El PACMA, el partido político que dice defender los derechos de los animales, en su último programa electoral, pide entre otras joyas, que se deje de investigar el remedio de las enfermedades de humanos con animales. Habría que preguntarles a ver entonces con quien se hacen los ensayos para curar nuestras enfermedades.

En la misma línea de delirio, abogan por permitir las mascotas en los hospitales. Imagínense estar ingresado en el hospital y el compañero de habitación con su mastín, por ejemplo.

A continuación transcribo literalmente algunas perlas que circulan por internet: ”La manera de arreglar lo del lobo ya lo tengo. Expropiar todos los terrenos de la ganadería, que no haya un puto ganadero, que cambien de negocio y mientras crecen las familias de jabalís, conejos y ciervos, repartir francotiradores a distancia para volar las cabezas de todo cabrón que entre a cazar un lobo, un zorro o cualquier especie. Es muy fácil resolverlo. Parque totalmente protegido sin ganaderos y sin cazadores”. Esta mujer que ha escrito esta barbaridad, juzguen ustedes si está en su sano juicio.

Una más: “A los cazadores se les gana denunciándolos. Cuando veáis uno pegando tiros, os inventáis que os ha encañonado y veréis como le piden hasta la tarjeta del maxi descuento. Al final lo prohibirán solo por no tener que ir a revisarlos a todos. La poli está obligada a ir. ¿Es divertido mi deporte, a que si? Cazar cazadores ¿Os apuntáis? PD: retirar todas las placas de veda que veáis. Valen pasta. ¿Qué les parece el prenda? ¿Y esto no es denunciable? Definitivamente se les ha ido la cabeza.

Los grupos animalistas denuncian falsamente que 50.000 galgos son abandonados o sacrificados cada año en nuestro país. El SEPRONA indica que sólo el 16% de perros abandonados corresponden a esta raza y solo el 1,9% de casos de perros maltratados corresponde a la raza de galgo. Por el contrario la mayoría de abandonos corresponde a perros y gatos de pura raza. Es decir me compro un perro de moda y cuando me canso lo abandono. Lo de la moda es totalmente verídico. El otro día en Botines lo comprobé: muchacho maqueado, con su chupa de cuero, sus deportivas, todo repeinado,…. y su galgo, por supuesto vestido también.

En Holanda han prohibido la caza de gansos desde hace unos años. La población ha aumentado un 2000%. Los holandeses se gastan 11 millones de euros al año para paliar los graves daños que ocasionan estos animales en la agricultura, además de ser un peligro para el tráfico aéreo. El gobierno holandés ha empezado a gasearlos por miles, en lugar de volver a permitir la caza.César Millán, creo que el adiestrador más famoso del mundo, recordaba recientemente que a los perros por tenerlos en casa, vestirlos y castrarlos no les estamos haciendo ningún favor. Al contrario. El perro está mejor en la calle al aire libre y no en un piso. Si no se tiene la posibilidad de que esté en la calle, mejor no tenerlo, porque si al final lo metemos en un piso, es por nuestro egoísmo de tener un perro por encima de todo. Al perro no hay que vestirle, porque la naturaleza ya le ha dotado de un abrigo natural que es su pellejo. Por el invierno le crece el pelo y por el verano se le cae. Se castran los animales nuevamente por el egoísmo del dueño de no sufrir en su piso “reglas” en las hembras ni periodos de celo en los machos.

Mi madre trajo al mundo a 7 personas. No nos sobró nada pero tampoco nos faltó, de eso ya se encargó ella y mi padre. Ahora antes de tener un hijo tenemos que tener todo el camino allanado, la carrera terminada, tener una casa, etc... El personal se ha creado tales necesidades, que cuando la pareja quiere tener familia ya se les ha pasado el arroz y en lugar de tener un bebé, optan por tener un perro. Y cuando el Banco Central dice que la jubilación tiene que ir más allá de los 67 años, estos que han decidido tener un animal en lugar de un humano, ponen el grito en el cielo, olvidándose que hace falta que crezca la natalidad en España, no el número de mascotas.

Conozco a una persona en León que tiene tres niños, tres perros y dos gatos. He dejado de ir a visitarles porque es antihigiénico el entrar en ese piso.

Pero las animaladas de los “animalistas” no se pararán aquí, porque cada día los políticos les dan más bola. No tardando mucho veremos como piden poder casarse con sus mascotas y si no al tiempo. Los de Ciudadanos de momento ya se han preocupado de cambiarles el status a los animales. ¿Antes de ello, se han preocupado por usted que no tiene trabajo? ¿O por usted que le han quitado o le van a quitar su casa? ¿Y por usted que lleva esperando a que le operen…? Primero resolvamos los problemas de nuestra especie (la humana) y después la de los animales.

Cada vez me encuentro más bares donde ponen un cartel de “se admiten mascotas”. No me he encontrado ninguno todavía que ponga “Se admiten pobres”. Lo primero dice mucho del local. Es un lugar “guay” y moderno. Lo segundo supondría que tendría que cerrar el local porque pensarían que está loco. Esa es la realidad.

Si todo el esfuerzo y dinero que se dirige al animal se revirtiera en el humano, otro pelo nos brillaría. En el programa de Carlos Sobera, recientemente una chica de Barcelona dijo sin tapujos que prefería que se muriera una persona antes que su perro ¡Ole!

Tengo 4 perros que los quiero y adoro, pero créame que prefiero su muerte antes que la de usted que no conozco de nada querido lector.

En Holanda han prohibido la caza de gansos desde hace unos años. La población ha aumentado un 2000%. Los holandeses se gastan 11 millones de euros al año para paliar los graves daños que ocasionan estos animales en la agricultura, además de ser un peligro para el tráfico aéreo. El gobierno holandés ha empezado a gasearlos por miles, en lugar de volver a permitir la caza. Esto es solo un ejemplo de lo que podría pasar en España si el gobierno hiciera caso a todos estos grupos de “animalistas” que piden la prohibición de la caza. La mayoría de esta gente son urbanitas que no tienen ni idea de lo que están pidiendo. En Ordoño II el jabalí no te puede hacer daño a nada, pero en el pueblo, si vives de la tierra te puede acabar con la cosecha correspondiente.

Para finalizar, confío en que mi Carmen que ahora tiene 4 años, no se encuentre un mundo aburrido y plano que nos propone esta gente, con prohibiciones (caza, pesca, toros, circos, tradiciones…) y con esta manera de querer someter a los animales a una vida humana y a los humanos a su visión particular de la vida. Vive y deja vivir.

| Enrique Gómez Arienza

El Buscador

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