viernes. 26.04.2024

Ceremonias y celebraciones varias

Ceremonias y celebraciones varias

Manuel Cuenya

 

Ahora que está a punto de aflorar la primavera en todo su esplendor, después del letargo invernal, es buena época para darle vuelo a las ilusiones y comenzar a pensar en ceremonias y celebraciones varias, entre ellas, bodas, bautizos, comuniones, cumpleaños o cualquier otra fiesta que te apetezca. 


Pero, para ello, deberías realizar una planificación adecuada para que todo salga a pedir de boca. Las improvisaciones, aunque añaden cierto punto de emoción y sorpresa a la vida, pueden asimismo desbaratar lo que realmente pretendes hacer con cierto método. Con lo cual, conviene seguir algunos pasos, si me lo permites. Déjate, pues, guiar.

 

Antes de emprender esta “aventura”, que lo es y a lo grande, tranquilízate, respira hondo y recuerda que tu ceremonia o celebración tiene que ser una experiencia divertida, no sólo para ti, que te encargarás de organizarla, sino para todos tus invitados e invitadas, quienes también desean sentirse a gusto.

 

Vayamos por partes:

 

Si lo que deseas es celebrar tu boda por todo lo alto, sin sobresaltos, con buen ánimo y satisfacción, prepárate, desde ya, para que las próximas semanas hasta el día del festejo, propiamente dicho, sean estimulantes, animadas y entretenidas.

 

Unos meses antes del acto, te recomendamos que escojas la fecha adecuada, que ésta sea buena tanto para los novios como para las familias de ambos, y que el consistorio o ayuntamiento -si la tuya es una boda civil- tenga disponibilidad para ese día que has elegido, en principio, como adecuado. Lo mismo si deseas celebrar tu unión de un modo religioso. Entonces, deberás enterarte de las fechas disponibles de la iglesia en que quieras celebrar tu boda.

 

También convendría que tuvieras claro si quieres que sea una ceremonia formal o de carácter más informal, y aun prever un presupuesto para ésta (lo que es muy importante, sobre todo en estos tiempos de crisis, con lo cual no debería pillarte por sorpresa a última hora). Asimismo, puedes comenzar a averiguar qué empresas te ofrecen, en función de tus querencias y tus posibles, los mejores productos y servicios, entre otros, sitios de celebración, comidas, fotógrafos, vestidos. Y, ya puestos, sería conveniente que confeccionaras tu lista de invitados.


 

Una vez que has dado este primer paso, imprescindible, podrías pasar a reservar la fecha y la hora para el banquete. Piensa en el menú que te apetecería. Te recomiendo, no obstante, que te dejes asesorar (siempre vienen bien las sugerencias de alguien entendido, cercano, y aun de los expertos hosteleros); empieza a mirar los anillos;  visita una agencia de viajes, que te busque algún “tour” de luna de miel, o bien confecciona este viaje a tu medida, a tu aire; haz cálculos con tu lista de invitados (aunque resulte obvio, debes saber que cuantos más invitados tengas, más tiempo tendrás que dedicarle al tema); escoge un lugar donde desees abrir tu lista de boda (esto naturalmente es opcional); visita tiendas de flores para que te den ideas y costos. Esto mismo deberías hacer con la ropa y, una vez que sepas cuáles son tus posibilidades, busca a la modista, sastre o tienda donde te gustaría comprar tu modelo de vestido o traje (o tus telas, en caso de que te lo confeccionen a medida) para hacerte una idea clara de lo que quieres. Pruébate vestidos (si eres la novia) o trajes (si eres el novio). Y sobre todo no descuides los detalles o accesorios para la ropa o la lencería, que siempre dan realce y lucen bien y bonito.

 

Solicita, asimismo, presupuestos a fotógrafos y a músicos o bandas de música que amenicen y den colorido a tu enlace matrimonial. 

 

Tu aventura continúa. Por el camino adecuado. No pierdas de vista el horizonte.

 

No te olvides de informarte sobre los requisitos que necesitarás para celebrar una boda, ya sea religiosa o civil, o bien ambas a la vez; elige a tus testigos y comunícaselo cuanto antes para saber si puedes contar con ellos. 

A lo mejor te has planteado que, en vez de comprar vestido o traje, quizá te apetecería alquilarlos, en este caso tendrás que consultar tiendas especializadas de alquiler de ropas para bodas. Darás los últimos retoques a tu lista de invitados, que terminarás de elaborar, eso sí, con las sugerencias que te hagan tus padres y tus familiares más directos.

 

Encarga las invitaciones, las tarjetas personales para tus invitados (sería conveniente que incluyeras en éstas un planito de la ubicación de la iglesia o ayuntamiento y restaurante donde harás la celebración).

 

Antes de enviar las cartas de invitación, no te olvides de revisar que las direcciones de los invitados estén correctas, sobre todo si éstos viven fuera del país. Sería una pena que no se enteraran porque no pusiste bien sus señas. Asegúrate, por favor, que recibirán la invitación. En estos casos, en que tus invitados están en otro país, tal vez sería necesario darles una llamada de teléfono, enviarles un correo electrónico, etcétera, aparte de que les mandes por correo postal la invitación formal. Además, algunos de tus invitados e invitadas puede que necesiten tener su pasaporte en vigor para poder viajar fuera del país en que residen. No lo dejes para última hora, pues podrías encontrarte con que algunos familiares o amigos que en verdad deseas que estén en tu enlace, no puedan hacerlo por no haber previsto con antelación estos trámites burocráticos.

 

Prevé que tanto la novia como el novio tendrán que hacerse un chequeo médico prematrimonial. La salud es fundamental, imprescindible. Y, de preferencia, ambos comenzarán con un tratamiento de belleza para estar estupendos el día del evento. Saludables y bellos para que se sientan bien y hagan sentir bien a sus invitados de honor.

 

Prosigue la andanza: es hora de que abras tu lista de boda; decide tu destino de luna de miel, elige definitivamente los trajes y haz una selección del atuendo de los testigos, padrinos y madrinas; prepara la documentación necesaria y requerida para la ceremonia, tanto si es una boda civil o religiosa, o bien ambas.

 

Aún te quedan unos dos meses por delante, antes del Gran Día, y aún tendrás que resolver algunos  asuntos pendientes, lo que será en todo caso un motivo de alegría, como la reserva y confirmación de tu viaje de luna de miel. No olvides que, para viajar a algunos países, necesitarás vacunarte, tener los pasaportes en regla, y en determinados lugares te pedirán incluso visados. Tenlo todo a punto.


 

Si has llegado hasta aquí, significa que sigues con ánimo y con ganas de alcanzar el final. Utiliza tu medio de transporte o bien contrátalo (esta es sólo una sugerencia o posibilidad entre otras); haz una prueba de peinado y maquillaje, elige los aros y encárgalos; compra los complementos del traje del novio (camisa, zapatos, corbata…) y también de la novia; encarga recuerdos para los invitados; envía las invitaciones. No te demores más.

 

Ya sólo te queda un mes por delante, y aún tendrás que realizar las últimas pruebas del vestido (mejor el mismo día de la prueba del peinado y del maquillaje); reserva hora en la peluquería para el día de la boda y haz pruebas del traje de novio; compra las arras y el libro de invitados.

 

Tómate un respiro, que aún tienes tiempo. Llega el momento de que fijes las despedidas de soltero y de soltera. Esto te re-animará, después de la cantidad de cosas que tienes en mente y que has llevado a buen término, de cara al final feliz. La despedida con tus amigos y con tus amigas será un motivo enorme de placer, que te dará nuevo aliento para proseguir en el camino rumbo al enlace con tu pareja.

 

Para facilitar algunos trámites, tal vez podrías abrir una cuenta bancaria conjunta. Esto no es imprescindible, claro está, sólo una proposición, que por supuesto puedes pasar por alto. Lo que sí deberías hacer, a estas alturas del recorrido, sería confirmar tu lista de invitados así como los servicios que hayas contratado de  fotos, vídeo, carpa (si ésta fuera necesaria), el vestuario de la novia y del novio, el viaje de luna de miel, los músicos, banda de música o coro, el lugar de la ceremonia y del banquete, las flores y la decoración, el transporte que requieran los novios, incluso algunos invitados, entre otros asuntos.

 

No desesperes, y tómatelo con buen humor, porque aún tendrás que ensayar el orden de la recepción y el protocolo, sobre todo si deseas que sea algo formal. Confirma la indumentaria de los testigos, padrinos, madrinas, pajes y/o damas de honor, si los hubiere, y envía tarjetas de agradecimiento a medida que vayas recibiendo los regalos de tus invitados. Estás de enhorabuena.

 

Falta poco más de una semana para que llegue tu día, y necesitas hacer el recuento final de tus invitados, ubicarlos en las mesas del restaurante, recoger las alianzas, revisar tu coche si decides viajar en éste, realizar una nueva prueba de peinado, incluso un peinado con el velo, en caso de que quieras lucir velo (esta propuesta, por supuesto, puedes saltártela), acudir a un salón de belleza para los últimos retoques de la novia (embellecimiento en general) y del novio.

 

Tómate otra bocanada de aire puro porque llega la hora de que revises tus billetes de viaje y prepares las maletas para tu luna de miel, lo que será motivo de alegría. Comprueba que tus tarjetas de crédito están al día y en orden, y cuánto dinero necesitas para este viaje de novios. Así es la vida. Ah, y no te olvides de comprobar que esté el ramo de novia en la tienda de flores.

Tu aventura sigue en marcha y por buen camino. Ya sólo queda un día antes del acontecimiento ansiado, y el tiempo te ha pasado volando, ¿verdad? porque has hecho todos los preparativos con un excelente ánimo. Consérvalo.

 

No te pongas nerviosa, estimada novia, y tú, estimado novio, no desesperes, ahora que está casi todo listo. Sólo quedan algunos detalles.  La novia podría procurarse una bolsita con alfileres, hilos ya enhebrados, maquillaje y medias extras (o lo que consideres necesario); hazte la manicura, recuerda que aún tienes que pasar a recoger el vestido, y sobre todo duerme mucho y bien. Te espera un día largo y una noche única. Lo mismo le recomiendo al novio, que se relaje y descanse.

 

Llegó el día tan ansiado. Relájate, ahora más que nunca, no pierdas el temple. Disfruta. Sé feliz. Es tu día. Lo llevas preparando durante los últimos meses y eso requiere una celebración por todo lo alto. Te lo mereces, no sólo tú, que has hecho todo el esfuerzo del mundo por que salga bien, como deseas, sino todos tus invitados e invitadas, que esperan de ti lo mejor, que te quieren ver feliz, contenta, satisfecha, que te quieren ver radiante, dichoso, entusiasmado.

 

Si aún así sientes cierto desasosiego, te sugerimos que te tomes una infusión de tila, una sesión de sauna o baño turco, algo que te procure relajación, pero recuerda que deberás acudir con tiempo a la peluquería y vestirte sin prisas.


“La prisa mata y hasta remata”, asegura un proverbio marroquí. Y tú deseas vivir y disfrutar de tu día como nunca.

 

El novio, no lo olvides, deberá llegar unos minutos antes de la hora para esperar a la Novia, que  llegará puntual a la cita, la gran cita.

 

Ahora sólo tienes que decir: “Sí quiero”. Y a partir de ese preciso y precioso instante dedícate a disfrutar, que es un día único, tu día especial.


¿Has visto que fácil ha resultado organizar una boda? Pues lo mismo sucede con cualquier otro evento festivo, ya sea una comunión, bautizo, cumpleaños, entre otros. No hay más que ponerle imaginación y ganas para que todo salga adelante.


Bautizo


Si estás a punto de tener tu bebé o ya nació, puedes ir pensando  en celebrar su bautizo, que sin duda es motivo de alegría, salvo que la religión no sea tu fuerte, y tampoco te importe demasiado. En cualquier caso, se trata de una celebración especial.


En un inicio, es probable que tengas que hacer cursos de preparación al bautizo en la iglesia. Y no te saltes este punto a la torera. No vaya a ser que después te encuentres con inconvenientes a la hora de bautizar a tu retoño. Una vez que tengas esto claro, deberás hablar con tu iglesia para decidir la fecha del bautizo y conocer todos los requisitos necesarios que te permitan llevar a cabo esta conmemoración. Consulta con las personas que quieres que sean los padrinos del bautizo para que te acompañen y te arropen en este evento.


Una vez que hayas decidido la fecha del bautizo, escoge las invitaciones adecuadas para el festejo. Asegúrate de escribir las direcciones correctas, tanto de la iglesia como del restaurante elegido, donde  se llevará a cabo el bautizo.

Escoge el lugar para recibir a los invitados. A ser posible un lugar bonito, tranquilo, quizá al aire libre y que no esté lejos de la iglesia. Podría ser incluso la sala de reuniones de la misma iglesia, si así te lo permiten, o bien en tu propia casa, que ambientarás para la ocasión, incluso el mismo restaurante donde harás el banquete.

Ten presente el número de invitados la fiesta, de cara a escoger el lugar adecuado para recibir a todos y cada uno de los invitados de una manera cómoda y placentera. Entre los invitados e invitadas de turno es probable que haya niños y niñas, a los que ofrecerás juegos para entretenerse después de recibirlos.

Procura que la comida sea rica, aunque el acto sea simple e informal. Unos suculentos aperitivos y un churrasco al aire libre, por ejemplo, todo ello aderezado con un cava y una tarta de bautizo, eso sí decorada con el nombre del bebé, es una buena opción para que los invitados se sientan a gusto.

Recuerda que en un bautizo podrías obsequiarles pequeños recuerdos a tus personas invitadas. Podrías elegir una foto del bebé donde diga: “Recuerdo de mi bautizo” y donde figure la fecha del evento así como los nombres de los padrinos. O bien puedes ofrecerles adornos donde esté grabada la información de este gran día.

Ah, y no te olvides de elegir con antelación la ropa que usará tu bebé así como la propia.

Prepara la comunión


Para finalizar este trayecto por ceremonias y celebraciones varias, ¿te apetecería saber cómo podrías organizar o planificar la comunión de tu hijo o hija de la mejor forma posible? Pues, entonces, te recomiendo seguir estos pasos, que en esencia coinciden con los que hemos seguido para un enlace matrimonial.


En este caso, también conviene que hagas un listado de invitados, a sabiendas de que quienes asisten al banquete no siempre acuden al ceremonial. Por este motivo, tal vez deberías hacer diferentes tipos de invitaciones. Esta es sólo una sugerencia. Nomás.


A la hora de elegir las invitaciones, recordatorios, portafotos, regalitos, entre otros, convendría que todo fuera a juego. Procura que todo encaje, por su estilo, con el conjunto de la celebración, y acuérdate de que deberías solicitar todo esto con cierta antelación para que no te lleves sorpresas de última hora. El tiempo apremia. Pero no te agobies, por favor.


También es conveniente que decidas con antelación  el lugar donde quieres festejar el banquete. Podrías hacerlo en tu propia casa, en un restaurante, en un hotel, o en algún otro sitio que se te ocurra. Quizá en el campo. Es tu decisión. Resulta más íntimo, y acaso más entrañable, hacer una comunión en casa, aunque sea más laboriosa. Si finalmente decides hacerla en casa, deberías buscar un catering que te resolviera la intendencia de la comida. Y si no quieres complicarte, lo más cómodo es que busques un restaurante donde te sirvan, y te den todo hecho. En todo caso, cuando hayas elegido el sitio adecuado para esta celebración, deberás decidir el menú más apropiado y ajustado a tu presupuesto disponible.


Una comunión es una fiesta infantil, ¡no lo olvides! Y después de la comida tendrás que preparar juegos y animaciones varias para los niños y niñas, por ejemplo cuentacuentos, entre otros, porque ese es su día, y deben divertirse.


Ahora te queda elegir el vestuario de tu hijo o hija, y aun del resto de tu familia para que haya una sintonía estética. Una vez que tengas claro  el vestido y los accesorios, supongo que querrás hacer una prueba general y una foto para el recuerdo, aunque no sea para regalársela a los invitados. ¡Siempre gusta tener fotos de recuerdo! No obstante, si quieres tener buenas fotos, puedes contratar un servicio que te haga un reportaje fotográfico del evento, para que éste quede fijado en un libro o en una revista con imágenes bonitas e inolvidables.

           

¡Qué la disfrutes! Y hasta la próxima.

Imágenes extraídas de www.utterlyengaged.com

Ceremonias y celebraciones varias