jueves. 18.04.2024

La ortoqueratología es un tratamiento, reversible y seguro que mediante la adaptación de unas lentes de contacto específicas logra reducir la graduación que presenta el paciente modificando la curvatura corneal.

Esta técnica ofrece la posibilidad de obtener una buena visión sin la necesidad de someterse

a cirugía ni de utilizar gafas ni lentes de contacto durante el día, utilizando las lentes únicamente durante la noche mientras se duerme. El tratamiento es reversible gracias a la estructura corneal que es flexible, plástica y moldeable de manera que al interrumpir el uso de las lentes, los cambios que se habían producido volverán a su estado inicial.

Al no ser necesario ninguna ayuda visual durante el día se convierte en un sistema ideal para deportistas, personas que trabajen en ambientes con polvo o simplemente quienes tengan inconvenientes en el uso de gafas o lentes de contacto en un régimen de uso convencional.

Una de las principales ventajas para la elección de la ortoqueratología es el control de la miopía en niños, aunque no existe ningún estudio que pueda predecir ni en que casos ni en que grado puede reducirse el avance de la miopía, si se ha demostrado muy efectiva en un gran número de casos.

Los primeros tratamientos ortoqueratológicos se remontan a 1960 y en los estudios científicos que desde entonces se han realizado no se han documentado ningún riesgo dañino para los ojos, por tanto, no se esperan riesgos de salud ocular a partir del tratamiento de ortoqueratología, además se realiza un control exhaustivo de la salud ocular y de la integridad corneal de cada paciente, para prevenir cualquier posible complicación.

Al igual que en cualquier otra adaptación de lentes de contacto, es necesario un estudio previo para determinar la viabilidad de este tratamiento o terapia, para determinar la posibilidad o no de la adaptación en cada caso en concreto y el de éxito de la misma.

Las lentes de contacto –“lentillas”- que se adaptan para la ortoqueratología son de un tipo especial, denominado “geometría inversa” al ser su diseño totalmente diferente a las lentes convencionales; además, debido a las especiales características de los materiales con los que están fabricados, el aporte de oxígeno a la cornea está totalmente garantizado, con lo que la seguridad en su uso y las posibles complicaciones derivadas del mismo están minimizadas.

Esta técnica se puede emplear para reducir la miopía en cualquier graduación hasta 6.00 dioptrías, y de astigmatismo hasta -1.75, dependiendo su efectividad de las características de cada paciente. Graduaciones superiores, pueden ser corregidas dependiendo de las características corneales o la respuesta de la cornea en sí misma. Existen diversos factores individuales que obligan a realizar una valoración de la viabilidad en cada caso.

VENTAJAS

Las ventajas principales de este tipo de adaptación de lentillas serían:

1. Libertad visual durante el día (ni gafas ni lentillas).

2. Es reversible.

3. Es segura.

4. Puede detener la progresión de la miopía.

5. Se puede realizar a cualquier edad.

6. Óptima para realizar actividades deportivas.

7. Alternativa muy válida en casos en donde no es posible efectuar una adaptación de lentes de contacto debido a una mala calidad lagrimal.

8. Soluciona los inconvenientes del uso de lentes de contacto o las gafas en ambientes no propicios.

9. Permite el uso de gafas de sol convencionales

Es importante remarcar que esta técnica es aplicable en la infancia y adolescencia siendo un método idóneo para la reducción y control de la miopía en estas edades.

|Víctor Javier García Molina

Optico-Optometrista

Nºcolegiado: 18.929

LA ORTOQUERATOLOGÍA