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Ponferrada 21 febrero 2017, AmpB

En España, según el Instituto Nacional de Estadística (EPA), 8,4 millones de mujeres tienen empleo; 2,1 millones están en paro, y a otras 9,2 millones de mujeres son llamadas ‘inactivas’, pese a realizar más de dos tercios de los 144 millones de horas diarias de trabajo no pagado de alimentación, higiene y cuidado de los demás, en particular de la infancia y las personas en situación de dependencia

El 22 de febrero se celebra el Día Europeo por la Igualdad Salarial y España es el cuarto país de la Unión Europea con mayor brecha salarial, una situación prácticamente igual como desde hace 17 años: salarios mas bajos, falta de políticas de igualdad y falta de un seguimiento legal contra este tipo de discriminación. Las mujeres tenemos que trabajar más para cobrar lo mismo y las empresas tienden a justificar la brecha salarial con la incorporación más tardía de la mujer al mundo laboral, una forma de dominación que Silvia Federici, Teórica y militante feminista italiana nombra el “Patriarcado del salario”.

¿Porque se explota las mujeres en una manera particular? El salario es la medida para conformar la familia, y es en la familia donde se soluciona el trabajo del cuidado y el trabajo reproductivo. Un modelo de familia donde muchas veces se confunden amor con un servicio personal. Un amor que justifica una jerárquica social, donde el hombre es el patrón, el representante de la familia y donde se naturaliza el trabajo doméstico como femenino.

Es importante comprender, que el conflicto que se produce entre el trabajo asalariado y el trabajo no asalariado crea una jerarquía laboral y las mujeres que no priorizan el trabajo doméstico y el cuidado de personas dependientes son malas mujeres, malas esposas y malas madres.

Marta Alarcón, científica especializada en genética de enfermedades autoinmunes y. dirigiendo desde Granada un gran proyecto de investigación cuenta, cuando respondió a su profesor de Histología que el personaje científico que más admiraba, sería Marie Curie su comentario fue que esa era una mala madre. Además comenta que “El mundo aún tiene un predominio de hombres en las esferas altas de todo, pero muchos de estos hombres de sesenta años o más tuvieron a sus esposas. Creo que la pregunta nos devuelve a la familia y al hogar. La respuesta está allí, la igualdad está en aceptar que ambas partes tienen una responsabilidad en la familia y la casa, 50%-50%...”(Fuente: La Marea del 10 de Febrero)

Para lograr soluciones efectivas es importante entender que el trabajo doméstico es un sistema de explotación que usa el amor y usa las relaciones entre hombres y mujeres y en consecuencia tienen que producirse cambios en el ámbito privado, familiar y social. En este sentido juegan un papel fundamental los estereotipos de género y la falta de corresponsabilidad en los trabajos domésticos y en los cuidados y crianza.

La creación de políticas activas de empleo para mujeres, políticas que incentiven la corresponsabilidad en el cuidado de menores y personas dependientes, una mayor inversión en el desarrollo de la Ley de Igualdad son importantes herramientas para reducir la brecha salarial y sus consecuencias para las mujeres como la reducción de la cotización, o el descuelgue del mercado laboral por trabajos de cuidado, fomentándose así la dependencia y la desprotección, por ejemplo, en casos de una separación.

Es cuestión de que lo entendamos todos y todas: No puede ser que las mujeres siempre sean las que se tienen que quedar con la criatura enferma en casa.

“Lo que llaman amor, nosotras lo llamamos trabajo no pagado”