jueves. 25.04.2024

Para un profesor, la palabra 'septiembre' tiene un peso especial. La vuelta a clase siempre lleva consigo una mezcla de pena (como no) por el fin de un verano largo, y un sentido de anticipación por el nuevo curso. Al fin y al cabo, aunque me puedas oír quejarme, no me hagas mucho caso - ¡Me gusta mi trabajo! Lo que no me va tanto es organizar el horario, que es como un sudoku con números que mueven cada poco...

Cada septiembre suelo tener la misma conversación con los padres y madres que me contactan para clases. Entonces en este artículo voy a hablar de lo que hago, enseñar inglés. Parece simple, pero... ¿Qué quiere decir 'enseñar'?, y ¿De qué hablo cuando digo 'inglés'? Hay dos conceptos distintos, aunque entrelazados:

Inglés: la asignatura e inglés: el idioma.

Vamos a analizar la diferencia.

Asignatura vs. idioma

Estudiar inglés (la asignatura) tiene como objetivo sacar buena nota en los exámenes. Para eso hay que memorizar y activar la memoria corta. Los errores se deben evitar, ya que se penalizan. Se estudia la gramática por separado, casi como que no tuviera relación con el habla.

Se aprende con material cuidadosamente preparado según el nivel del estudiante.

Aprender inglés (el idioma) tiene como objetivo la capacidad de comunicarse en lengua extranjera. Para conseguir eso hay que exponerse al idioma. Los fallos son un componente esencial del proceso de aprendizaje. Se aprende activamente (hablando, escribiendo) además de modo pasivo (escuchando, leyendo), y por lo tanto el cerebro retiene la información a largo plazo. La gramática se asimila en contexto. Se enfrenta a nuevas estructuras, frases y vocabulario continuamente, y hay que adaptarse a ello.

Ejemplos

- Mis estudiantes de primaria me cuentan al principio de clase:

- “Hemos sacado un 9 en un examen”.

--“Muy bien ¿y de qué se trataba?”

-“Los animales salvajes”

-“¡Perfecto! Descríbeme un elefante…”

-“¡Ah! Pero eso no lo dimos. Era un examen de vocabulario…”

Una manera muy extendida de aprender los ‘Phrasal Verbs’ es memorizar una lista interminable. Es un gasto de esfuerzo. Aquellos de vosotros que saben usar ‘Make up’ o ‘Work out’ por ejemplo, saben que el contexto cambia por completo el significado. El cerebro tampoco asimila tantas palabras tan parecidas. Se van aprendiendo mejor leyendo o viendo series, donde se puede captar su grado de (in)formalidad, además de su significado.

Empiezo a dar clases a los niños desde los 4 años. Aprenden con mucha rapidez, pero a los 7/8 años empiezan a memorizar listas de vocabulario en el cole. De repente hay conflicto entre el idioma y la asignatura.Entre los adultos son muy comunes los estudiantes ‘falso principiantes’, es decir, los que han estudiado inglés hace mucho tiempo pero quieren empezar desde el principio. Hay cosas que les han quedado grabadas en la memoria, como si fuera un trauma infantil: Si les digo ‘Freeze’ casi como reacción involuntaria contestan ‘Froze – Frozen’. Eso sí, en muchos casos se han olvidado de las preguntas básicas, de las horas, las fechas… Años de memorizar la lista de verbos irregulares ha funcionado, pero desgraciadamente no saben usarlos!

Empiezo a dar clases a los niños desde los 4 años. Aprenden con mucha rapidez, pero a los 7/8 años empiezan a memorizar listas de vocabulario en el cole. De repente hay conflicto entre el idioma y la asignatura. Pasa una de dos cosas – o empiezan a pronunciar mal (porque memorizan las palabras tal como se escriben) o no sacan buenas notas (porque escriben las palabras tal como se dicen).

Es muy difícil para un niño aprender dos veces la misma palabra – que culebra/serpiente se escribe ‘snake’ pero se dice ‘sneik’, por ejemplo. Por un lado u otro tiene que fallar, y muchas veces aprenden a pronunciar mal.

Finalmente, noto muy a menudo la discrepancia entre el nivel que veo yo en un estudiante y sus notas. Hay muchos que sacan las mejores notas pero tienen muchas dificultades de expresarse, o incluso de entender el inglés cuando se habla. Su conocimiento es puramente teórico. Lo mismo al revés: Los estudiantes que suelen lanzarse a hablar son justamente los que mejoran en la habilidad de comunicarse, pero por las mismas razones – no se preocupan por los errores gramaticales – muchas veces no sacan buenas notas en los exámenes.

(Quiero dejar claro que no es una crítica a los profesores – siempre los defiendo – ya que estos se encuentran con muy poco espacio de maniobrar. Es muy difícil enseñar con clases tan grandes, y atados a un temario que no les deja tiempo para su propia iniciativa.)

Conclusión: ¿Estudiar o aprender?

La conclusión es esta – si su objetivo es aprobar un examen o sacar buenas notas, hay que estudiar, memorizar listas de vocabulario y hacer ejercicios escritos de gramática.

Si lo que quieres es hablar un idioma, por supuesto tiene que haber una buena base de gramática. No es lo mismo hablar que hablar bien.

Pero la gramática tiene que ser una parte inseparable del idioma. No tiene sentido hablar de la 'gramática' como algo distinto a 'speaking', por ejemplo, como si no se usase la gramática al hablar. Justamente la mejor manera para aprender tanto la gramática como el vocabulario es hablando – activando la memoria a largo plazo, corrigiendo fallos, mejorando la pronunciación, perdiendo la vergüenza...

Por eso hay un máximo de 6 estudiantes en mis clases, ya que mi trabajo no es tanto enseñar a mis estudiantes, sino hacer que ellos aprendan, y los grupos limitados hacen que eso sea posible. Si quieres clase para tus hijos (o para tí), me puedes llamar o mandarme un mensaje de Whatsapp a 645 405 919. A ver si este año el horario se porta...

|Jonathan Olliffe

(profesornativogratis.com)

EL INGLÉS: ¿Idioma o asignatura?