El renting de coches pasó de ser una industria dedicada absolutamente a atender a las grandes empresas, para ser un servicio disponible tanto para particulares y autónomos, como para PYMES y grandes negocios. Es por eso que hoy es mucho más fácil encontrar las razones y las ventajas de apostar por esta modalidad, frente a la adquisición de un coche nuevo o de segunda mano.
Es una realidad. El mercado de los coches no para de subir de precio, tanto en lo que respecta a los nuevos y seminuevos, como también en el caso de los coches usados o de segunda mano -siendo aquí donde se evidencia un mayor incremento de los costes de adquisición-. Por esa razón, no resulta para nada extraño que el renting de coches se haya consolidado como una posibilidad para todas las personas y, principalmente, para los autónomos.
Pero más allá de ese tema, puesto que el mercado de los coches está al alza en general, hay muchas otras razones por las que los coches de renting serían más convenientes en la mayor parte de las situaciones.
Acceso a coches nuevos y de altas prestaciones
Uno de los principales problemas en la actualidad, al plantearse adquirir un coche o renovar uno existente, es encontrarse con que la gama de precios ha subido, y que por ende, solo las gamas bajas estarían accesibles para la mayoría de los particulares y autónomos. Eso reduce mucho el margen de alternativas y los coches más nuevos, los fiables y de altas prestaciones, podrían no estar en esas consideraciones iniciales.
No sucede así con el renting. Los mejores coches de Volkswagen, de los cuales se pueden revisar ofertas actuales en Renting Finders, un comparador especializado; son accesibles mediante renting, y vale la pena citar casos como el del Volkswagen Polo, que por 324 euros por mes -lo cual puede abaratarse dependiendo de la duración del contrato- se puede utilizar para fines personales o laborales.
Un solo pago, y nada más
El renting, al igual que cualquier otro contrato de alquiler, solo requiere el pago de una cuota fija y establecida al inicio del contrato mismo. Nunca hay que hacerse cargo de pagar nada más.
Eso, en principio, llevaría a pensar que se trata de un coste adicional que se debe asumir. Pero, en realidad, puede ser mucho más económico que tener un coche en propiedad, donde se debe hacer frente a los gastos de recambio de neumáticos, visitas al taller, pago de impuestos, pasar la ITV, el seguro, entre otros imprevistos. Con el renting no hace falta preocuparse por eso, ya que viene incluido dentro del servicio mismo de alquiler.
Sin grandes costes iniciales
No es una casualidad que los principales beneficiados con la consolidación del renting de coches como sector sean los particulares y los profesionales autónomos. Y es que anteriormente, para tener un coche nuevo o al menos uno seminuevo, era necesario solicitar financiación o bien, contar con el capital necesario para al menos pagar la inicial.
Y la inicial de un coche nuevo obliga, sobre todo, a saber gestionar bien los ahorros para no quedar sin capital rápidamente. En el caso de un profesional autónomo, desprenderse de grandes sumas de capital inicialmente puede limitar mucho sus posibilidades de expansión o crecimiento en los meses o años venideros.
Pero con el renting ocurre distinto. La primera cuota, la última cuota, todas las cuotas, tienen la misma cuantía. No hay que pagar ningún tipo de inicial y es un gasto que fácilmente se puede planificar, por lo que es un coste que mayormente se podría asumir, tanto por un particular que lo requiere para ir al trabajo, como por un autónomo que requiere de un coche en condiciones para la prestación óptima de sus servicios en el día a día.
El renting para profesionales es un gasto deducible
Las ventajas fiscales que tiene el renting de coches es otro factor a considerar, sobre todo cuando se trabaja por cuenta propia. Y es que el renting es un gasto que se puede deducir tanto del IVA como del IRPF, lo que llega a suponer un gran ahorro cuando se proyecta de forma anual.
Por tanto, si se utilizará el coche estrictamente para cuestiones laborales, el renting pudiera ser una modalidad que se traduciría en tener únicamente ventajas y beneficios, ya que no habría mayor impedimento para acceder y elegir un coche que realmente se adapte a las necesidades de cada profesional.
Hay mucha variedad
Una de las ventajas del renting de coches, sobre todo cuando se busca a empresas confiables en el sector, es que hay mucha variedad para elegir. Y al haber más variedad, hay mayor posibilidad de ahorrar -al ordenar de lo más barato a lo más costoso- y de conseguir exactamente lo que se quiere -si es más espacio, potencia, confort o cualquier otro aspecto-.
El renting de coches se ha popularizado tanto que en la actualidad son muchas las personas que primero piensan en el renting como una posibilidad, antes que pensar en una potencial adquisición de un coche, sobre todo si por costes no alcanzaría para afrontar la compra de un coche nuevo y de una gama intermedia o superior.
Poder conducir un coche de altas prestaciones, con las últimas innovaciones en materia de seguridad, eficiencia -algo relevante de cara a la legislación vigente-, con importantes beneficios fiscales, y con contratos que mientras mayor sea la duración, más accesibles pueden acabar siendo las cuotas a pagar, es una de las mejores situaciones a las que se puede acudir cuando se procura tener un coche nuevo para trabajar, para ir a la oficina o para dotar de vanguardia y fiabilidad a una flota de vehículos. Algo usual en el caso de las grandes empresas -que por lo general, siempre han apostado por el renting de coches y son el mejor ejemplo de todos los beneficios de éste-.
Por eso, ante la necesidad de tener un coche nuevo, pensar en el renting es una opción con cada vez más ventajas.