Esta ayuda, que asciende a alrededor de 69 millones de euros, constituye aproximadamente la cuarta parte de la asignación total a nivel nacional y se percibe como crucial para hacer frente a los costos de producción asociados a las siembras de otoño que los agricultores de Castilla y León están finalizando en estos días.
La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) ha instado al Ministerio a que agilice el proceso de abono de estas ayudas, argumentando que ya se ha cumplido con el respaldo financiero a ganaderos, apicultores, fruticultores y productores de frutos secos de cáscara en el transcurso del mes de diciembre. "No es lógico retener estos fondos cuando los agricultores ya han desembolsado lo necesario para llevar a cabo las siembras", señala Donaciano Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León.
Aunque los datos definitivos están pendientes, la mayoría de las 65,000 explotaciones agrarias profesionales en Castilla y León son elegibles para recibir esta ayuda. La asignación media por beneficiario se estima en alrededor de mil euros, variando según la superficie de cada explotación y el importe por hectárea según la clasificación de sequía en la provincia correspondiente.
La comunidad autónoma, fuertemente orientada hacia la agricultura, ostenta la mayor superficie de cultivo y, por ende, ha sido la más afectada por la sequía. A pesar de la fragmentación realizada por el Ministerio, que solo reconoció como "sequía de intensidad alta" el 20% de la superficie agraria en Ávila, Salamanca y Segovia, ASAJA critica el tratamiento injusto, especialmente considerando que el 45% de las indemnizaciones por sequía de Agroseguro en 2023 se destinaron a Castilla y León.
La tabla de estimaciones de hectáreas e importes por provincias revela la magnitud de la ayuda por sequía y su distribución en la región. ASAJA espera que el Ministerio cumpla con el abono antes de fin de año para aliviar las dificultades financieras de los agricultores y garantizar la sostenibilidad de sus actividades.
