viernes. 19.04.2024

La isla de Fuerteventura es mar en estado puro. Al llegar, serás recibido por un litoral virgen de aguas color esmeralda y arena blanca.

Más de 150 km de playas en las que el sol y la brisa marina, cargada de iones negativos con efecto relajante, te harán sentir en un paraíso. Por eso, y por sus espectaculares paisajes volcánicos, no es de extrañar que haya sido declarada Reserva de la Biosfera.

Cuenta con extensas y paradisíacas playas de distinta tipología : para practicar actividades acuáticas, olvidarte de todo paseando por la solitaria orilla de una playa virgen, degustar algún pescado fresco de la zona o, simplemente, sentarte a contemplar un bonito atardecer.

NO TE PUEDES PERDER:

Playa de la Concha de Lobos: Un refugio de serenidad.

Este Parque Natural, en el que hace años habitaban únicamente focas monje y lobos marinos, es hoy un auténtico refugio de serenidad donde olvidarnos del estrés del día a día. En ella encontrarás plantas y pájaros que no existen en otra parte del planeta y que hacen que el esfuerzo de acercarse en barco valga más que la pena.

Villa de Betancuria: La primera ciudad de la isla.

Situada en una de las zonas más desérticas de la isla, esta arcaica ciudad, fundada en el siglo XV, se eleva con su impresionante conjunto histórico. Antaño fue la capital de la isla y la localidad con mayor interés cultural, con un museo arqueológico muy interesante.

Costa Calma: Arenas blancas y aguas turquesas.

Estas playas, situadas al sur de la isla, te ofrecen kilómetros y kilómetros de arena blanca y aguas cristalinas sin mucha gente alrededor. Tumbarte al sol en sus infinitas lenguas de arena o darte un baño, te hará sentir totalmente renovado. Disfruta de 10 km de playas sólo para ti.

Playa de Cofete: La playa virgen más famosa de las islas.

Está claro que merece la pena reservar un día de tus vacaciones para disfrutar de una de las playas vírgenes más famosas de las Islas Canarias. Sus dimensiones, con una orilla casi infinita de 12 km, así como su paisaje sin urbanizar con una exuberante naturaleza, te dejarán con la boca abierta.

Playa de la Concha: Aguas resguardadas por un arrecife natural.

Otra de las playas majoreras de gran belleza, en la que podrás disfrutar de todas las comodidades que te ofrece tener un núcleo urbano cerca. Con una arena fina de color blanco y pocas olas, pues está protegida por un arrecife natural donde habitan especies únicas.

Parque Natural Dunas de Corralejo: 9 km de grandes playas y pequeñas calas.

El aspecto desértico que tiene esta zona hace difícil creer que al final de las dunas se encuentre una de las playas más paradisíacas de las islas, con aguas de color turquesa. Esta zona protegida tiene 9 km, desde pequeñas calas donde cobijarse bajo el sol, hasta grandes playas infinitas.

PARAÍSO DEL WINDSURF.

Los días largos y soleados, los vientos intensos y las olas de hasta dos metros, han propiciado que la práctica de windsurf y kitesurf sea ya toda una tradición en la isla.

RESERVA DE LA BIOSFERA.

La inmensidad de su paisaje volcánico y la pureza de sus playas tampoco ha pasado desapercibida para la UNESCO, que declaró toda la isla Reserva de la Biosfera en 2009.

QUESOS CON DENOMINACIÓN DE ORIGEN.

Y entre playa y playa, las queserías de la isla son una parada obligada. Prueba uno de sus deliciosos quesos majoreros con DO

Fuerteventura: más de 150 km de playas increíbles