miércoles. 24.04.2024

Nicolo Guarrera comenzó en Italia su ‘lento camino para descubrir La Tierra’ y se detuvo en León porque es una ciudad que le marcó para siempre.

Se llama Nicolo Guarrera y es un joven economista italiano que se ha propuesto dar la vuelta al mundo en un periplo a pie que le llevará “tres o cuatro años”, que comenzó en su tierra natal y en el que no podía faltar una parada en León, ciudad que tuvo ocasión de conocer a fondo en el curso 2014-2015, cuando llegó a la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de León (ULE) gracias a una beca de intercambio Erasmus.

En la Plaza de San Martín del Barrio Húmedo, en la puerta del ‘Bar Bacanal’ en el que quedaba con su pandilla en ese año que dice que le marcó “para siempre”, Nicolo se citó con varios amigos, entre los que estaba Héctor Paredes de la Oficina de Relaciones Internacionales de la ULE y también el Vicerrector Roberto Baelo, para recordar su año Erasmus y contar algunos detalles de su proyecto.

Nicolo les explicó que la idea surgió cuando se dio cuenta de que lo que más le gustaba hacer y lo que mejor se le daba era “caminar, viajar y descubrir el mundo”. Por eso empezó a preparar su viaje, tarea que le llevó dos años, y el pasado 9 de agosto salió de su casa en Vicenza, cerca de Verona, con la idea de hacer una parada en León, ciudad que considera como su “segunda casa”.

En su viaje le acompaña una especie de carromato con ruedas, al que ha llamado ‘Ezio’, que empuja paso a paso y que le ayuda a llevar los víveres y el equipo necesario (tienda de campaña, saco de dormir, un hornillo para cocinas, libros, etcétera).

Un sueño financiado con sus ahorros y pequeñas donaciones

“Tengo algunos patrocinadores, -explica-, pequeñas empresas italianas con las que contraté calzado y camisetas, pero para casi todos los gastos estoy usando mis ahorros y las donaciones que me llegan de gente que me sigue en las redes sociales, en las que se me puede localizar tecleando PIEROAD”.

Confiesa que procura gastar “lo menos posible”, que en Italia y Francia ha sido una cantidad de unos ocho euros diarios, pero que en España subió hasta 20 por causa del frío, que le ha llevado a dormir en albergues de peregrinos mientras su camino coincidía con el de Santiago, y además porque, como dice, “en España me gusta ‘tomar’ y disfrutar de las tapas”.

Nicolo explica a Héctor que cuando contó en casa su plan, “se quedaron en silencio unos minutos…, pero después lo aceptaron porque ellos son felices si ven que yo lo soy, y están seguros de que estoy haciendo lo que me gusta más, y eso creo que es importante”. Cuando se le pregunta por su estancia Erasmus en León, la expresión sonriente de Nicolo se acrecienta y afirma que “fue el año más bonito que he pasado en mi vida. Si Dios bajase a preguntarme qué quiero hacer otra vez, le diría sin dudar que el año que pasé de Erasmus en León con todos mis amigos”.

De la Universidad de León dice recordar “las espichas, la cafetería, las gincanas y las clases en inglés y en español que recibía en la facultad de ciencias económicas”, que le parecieron “muy interesantes”, aunque sin duda fueron muchas más las cosas que le hicieron vivir una ‘super experiencia’ que le ha llevado a recomendar a todos “que hagan un Erasmus en general, que sea en España en particular, y sobre todo en León”.

Cómo dejó Nicolo su empleo, para iniciar su viaje soñado

Después de su erasmus en León, Nicolo retornó a su casa, concluyó con éxito sus estudios y realizó también un máster en marketing, para seguidamente comenzar a trabajar en una empresa multinacional del área de la alimentación, en la que dice que estaba muy contento, pero sentía que le faltaba algo. Por eso decidió cambiar de vida, dejar el trabajo e iniciar el viaje con el que soñaba.

Su cariño por León ya le llevó a hacer el Camino de Santiago en el año 2017, lo que le permitió retornar a la ciudad y también le sirvió como prueba de viaje a pie. De aquel camino sacó la idea de sustituir la mochila por un carromato, para evitar las molestias en la espalda.

Al acabar su caña y su tapa, el viajero italiano se despidió, agarró su carromato llamado ‘Ezio’ y continuó su viaje hasta Astorga, para una vez allí tomar la ‘Ruta de la Plata’ hasta Zamora, Salamanca, Mérida (en donde se encuentra ahora mismo), y subir luego hasta Madrid, desde donde espera volar hasta el nuevo mundo, y continuar hacia Oceanía y Asia.

En la web en la que va contando sus andanzas (www.pieroad.it) se puede seguir su camino y también quien lo desee podrá ayudar a empujar a ‘Ezio’ con un donativo en la cuenta corriente que allí figura.

Amigo Nicolo, ¡que tengas un buen viaje!

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