sábado. 20.04.2024

Lanzarote es uno de esos lugares que no dejan indiferente a nadie. Su asombrosa naturaleza, sus increíbles paisajes, sus espectaculares playas, sus arraigadas costumbres, su cocina y sobre todo el respeto por el entorno que se respira en esta isla, hacen de Lanzarote el destino ideal para disfrutar y volver a repetir sin dejar de sorprenderse.

Playas de ensueño para perderse.

jameosAlrededor de toda la isla te encontrarás con espectaculares playas de agua cristalina y arena fina de color blanco, dorado y negro.

En el sur destacan las playas de Papagayo, Puerto del Carmen y Matagorda. En el norte, la playa de Famara es la más impresionante con mágicos atardeceres, en este lugar Pedro Almodóvar encontró casi todas las localizaciones para 'Los abrazos rotos'.

Costa Teguise, en el este de la isla, concentra gran parte de la oferta deportiva desde actividades marítimas hasta un campo de golf y un parque acuático. Aquí se encuentra la playa de Las Cucharas muy apreciada por los amantes del windsurf (aquí se celebran pruebas del Campeonato Mundial de Windsurf PWA), playa Bastián es la ideal para familias con niños ya que es de fácil acceso y se encuentra protegida del viento. No deben dejar de visitar el Pueblo Marinero, un complejo de arquitectura típica canaria proyectado por el artista local César Manrique ( pintor, escultor y arquitecto lanzaroteño). Además cuenta con un mercadillo que se realiza todos los viernes a partir de las 19 h. que no te puedes perder.

mirador rioAl norte te sorprenderá el municipio de Haría, este lugar, uno de los más verdes de la isla, goza de un microclima, lo que favorece el crecimiento de numerosas especies y de un inmenso palmeral, conocido como el Valle de las 10.000 palmeras.

Pero el gran atractivo de Haría es la acción de la lava sobre su superficie, que ha creado caprichosas formaciones, como la Cueva de los Verdes. La erupción del volcán de La Corona produjo uno de los túneles más extensos e interesantes del planeta: 6 km que van del cráter del volcán hasta el mar. La cueva sirvió a la familia Verdes –de ahí su nombre– para refugiarse de los ataques piratas y hoy ofrece un hermoso recorrido de 2 km. Este túnel se abre en unos 16 jameos o bocas, entre ellos, los Jameos del Agua, un espacio convertido en centro de arte y lúdico de la mano de César Manrique.

Si vas con niños, la visita obligada es Guinate Park, un espacio de 45.000 m2 situado al pie del volcán de La Corona con cascadas, lagunas, jardines y zonas de observación. Aquí verás más de 1.300 ejemplares de diferentes especies de aves exóticas.

No dudes en asomarte al Mirador del río, en el acantilado del Risco de Famara, a 400 m de altitud, con unas maravillosas vistas de todo Lanzarote. Uno de los edificios más representativos de César Manrique. El negro volcánico y el verde del brezal dan la sensación de que, en estas islas, la tierra y la luna se han fundido en un mundo aparte. Desde aquí se contemplar la isla La Graciosa.

arrecifeArrecife: La capital se abre al mar.

La capital lanzaroteña, situada en la costa oriental, es el municipio más pequeño pero también el más poblado de toda la isla. Sus bastiones recuerdan el antiguo asedio de los piratas, puedes comenzar la visita en una de las más importantes construcciones defensivas: el Puente de las Bolas, una plataforma levadiza rematada con grandes bolas de piedra –de ahí su nombre– por el que se accedía al Castillo de San Gabriel. Este último se construyó por orden de Felipe II –en la actualidad funciona como observatorio astronómico– y, junto con el puente, son Monumento Nacional. Descubre interesantes rincones en su pequeño casco histórico y luego dirígete hacia el Charco de San Ginés –una especie de lago con terracitas y espíritu chillout– pasando este llegarás a otra fortificación, el Castillo de San Jorge, mandado construir por Carlos III. Desde 1975 y tras el empeño de César Manrique, acoge el Museo Internacional de Arte Contemporáneo. Podrás admirar su colección de artistas canarios, sus obras de Picasso, Miró o Chillida y las vistas desde su restaurante.

Aprovecha que estás en uno de los lugares fetiche de César Manrique, nacido en esta localidad, para descubrir algunos de sus Juguetes del Viento –móviles con madera, metal…– que se reparten por la zona. O pasea por la playa del Reducto, una bandera azul entre la Punta del Camello y el islote de Fermina.

LANZAROTE: EL PARAÍSO ESTÁ MUY CERCA.