La hembra IMO y yo

LA HEMBRA IMO Y YO

En los años sesenta, Lawrence Blaire y Lyall Watson popularizaron la “teoría del mono número cien” o de la “masa crítica”, elaborada a partir de la observación de unos etólogos japoneses. Éstos intentaron cambiar la dieta de los monos Macaca Fuscata de la isla Koshima. Para conseguirlo, les tiraban en la arena de la playa unos tubérculos, llamados “batata”. A los monos les gustaba mucho su sabor dulce, pero no los granos de arena pegados a ellos. Para solucionar el problema, Imo, una hembra joven, comenzó a lavar los tubérculos en el agua de la playa. Su comportamiento fue imitado por su madre y sus compañeros de juego. Y éstos también se lo enseñaron a sus madres; y éstas a otros monos. Así, poco a poco, se llegó al “mono número 100”, alcanzándose la “masa crítica”, a partir de la cual todos los monos de la especie Macaca Fuscata adquirieron el nuevo comportamiento y empezaron a lavar los tubérculos antes de consumirlos y degustarlos.

Hoy, quiero ser la hembra Imo para esos miles de engañados y estafados por todas las entidades financieras, que han arramblado con los ahorros o viáticos para la tercera edad de cientos de miles de ciudadanos españoles. A mi amiga Pilar, una de las víctimas, Catalunya Caixa (CX) le acaba de devolver casi los 50.000€, que le habían estafado (concretamente 49.883,83€). ¿Por qué a Pilar, sí? ¿Y por qué a miles de otros estafados, no? Para responder a estas preguntas e intentar ser como Imo, voy a narrar lo que he hecho para que CX haya entrado en razones y mi amiga Pilar haya podido recuperar su peculio. Con mi relato,  espero y deseo que se llegue a esa “masa crítica”, que permita unir fuerzas y hacer morder el polvo no sólo a CX sino a todas las entidades financieras. He aquí el modus operandi, que podría ser tildado de “mosca cojonera” o de “gota malaya”, utilizado por mí para redimir los ahorros de Pilar.

Descubierta la estafa por Pilar, a primeros de julio de 2012, tomé las riendas de la defensa de sus intereses y, durante el mes de julio, llevé a cabo una serie de gestiones, que pueden ser calificadas de normalizadas: 1. Solicitud de la documentación que CX debió haber entregado a Pilar, en su día, y que no le proporcionó; 2. Reclamación formal ante el Servicio de Atención al Cliente (SAC) de CX; y 3. Reuniones con el Director (J. Aymerich Luna) y la Subdirectora (L. Sánchez Pelegri) de la sucursal estafadora,  con el Jefe Territorial y con el Jefe de Zona (L. Pujol y J. Ventura González) de CX, así como con el comercial (I. Casas Arola), que perpetró el desaguisado contra Pilar, su clienta de toda la vida.

Todas estas gestiones no sirvieron para nada: el SAC está al servicio de CX y no de los clientes estafados, como Pilar. Los representantes-empleados de CX eran papagayos que repetían, sin ton ni son y sin venir a cuento, un argumentario “langue de bois”, para echar balones fuera, para marear la perdiz y para confundir-distraer aún más a Pilar.  Esto provocó en ella un lógico y profundo desasosiego.

Ante la inutilidad y la ineficacia de estas “gestiones normalizadas”, decidí cambiar de táctica y tirar por la calle de en medio, siguiendo el consejo de Einstein que reza así: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Por eso, adopté y puse en práctica “gestiones alternativas”, al estilo de las de Ada Colau,  que podrían ser tildadas de acoso y derribo, pero siempre dentro de la legalidad vigente. Para ello, utilicé el arma más eficaz y letal que existe, si se sabe utilizar: el lenguaje. Por eso, he reflexionado mucho, antes de hablar o escribir; he seleccionado cuidadosamente las palabras que iba a utilizar, les he sacado punta y las he aderezado con un poco de cicuta para hacerlas más letales.

Como tengo púlpito o tribuna en distintos medios de comunicación (La Voz de Barcelona, Diálogo Libre, Periódico El Buscador,…) y en numerosos blogs (Honestidad Radical, Red de Blogs Comprometidos, entre otros), me dediqué a denunciar, con nombres y apellidos, en una docena de textos, el latrocinio cometido contra Pilar por CX. Por otro lado, siempre utilizando el arma del lenguaje, me empleé en bombardear, todos los lunes, a los empleados de CX, con correos demoledores y desmoralizadores (para muestra un botón), inspirado en el refrán castellano “al pan, pan; y al vino, vino”. Con esto pretendía que algún empleado de CX, al ver las barbas del vecino pelar, echase las suyas a remojar y se convirtiera en mi “garganta profunda”. Por cierto, esto también lo conseguí y, con ello, información de primera mano, así como un fichero de direcciones de empleados de CX. Además, tuneé un paraguas de golf, blanco como la nieve y regalo de La Caixa,  con el mensaje lacónico: “ENGAÑO + ESTAFA = CATALUNYA CAIXA”. Y, armado con esta lanza verbal, que desplegaba sobre una silla, me aposté todos los días de la semana (excepto las fiestas de guardar), durante varios meses, en la terraza de la panadería-cafetería Supan, sita en el barrio Canaletes de Cerdanyola del Vallès —como Jesucristo— entre dos ladrones: una sucursal de CX y una de La Caixa. Así denuncié, durante meses y en solitario, el latrocinio cometido contra Pilar.

Todo esto dio sus frutos y tuvo consecuencias. Desde el mes de octubre de 2012,  mi blog Honestidad Radical (HR) ha sido objeto de ataques torticeros para cortarle la lengua y acallar su voz. En efecto, periódicamente, H.R. desaparece y vuelve a aparecer, como el Guadiana, sin ninguna justificación ni motivo. Por otro lado, me han bloqueado los canales de comunicación, vía Internet, con el Director de la Sucursal de Gala Placidia, donde se perpetró la estafa, y también con los empleados de CX. Además, al cabo de unos meses de mi manifestación unipersonal y cotidiana ante la precitada sucursal de CX de Cerdanyola del Vallès, el director de la misma, al que yo conocía, se acercó a mí para sugerirme que pasase con mi amiga Pilar por la sucursal donde la habían estafado, ya que había una solución. Algunos días después, a finales de noviembre de 2012, Pilar recibió una llamada telefónica para ofrecerle el arbitraje, que tuvo lugar el pasado 1 de marzo de 2013. El 18 de abril de 2013, Pilar recibió el laudo del mismo, en el que se recoge que CX la había engañado y estafado y que, por lo tanto, “la reclamada (CX) restituirà a la part reclamant (mi amiga Pilar) la quantitat de 49.883,83€”). El pasado 19 de abril, Pilar dispuso, en una cuenta corriente de CX, de su dinero y, con él, terminó su calvario.

Con su comportamiento innovador y creativo, la hembra Imo dio con la solución e hizo más placentero y más gratificante el consumo de los tubérculos cubiertos de arena. Acabo de exponer lo que he hecho para que Pilar recupere sus ahorros estafados. La lección que deberían sacar los estafados es clara: si Pilar lo ha conseguido gracias al modus operandi descrito, creo que bastaría con seguir el mismo camino para hacer morder el polvo a los Ali Babá usureros y depredadores de esas modernas cuevas de ladrones que son todas las entidades financieras. David venció a Goliat y una diminuta víbora puede derribar a un mastodóntico elefante. Como dejó escrito Rubén Darío, “con constancia y tenacidad se logra lo que se desea; la palabra ‘imposible’ no tiene significado”.

 

© Manuel I. Cabezas González

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