viernes. 29.03.2024

Título original: Sunrise: A Song of Two Humans Año: 1927 Duración: 94 min País: Estados Unidos Dirección: F.W. Murnau Guión: Carl Mayer Música: Hugo Riesenfeld (Película muda) Fotografía: Charles Rosher, Karl Struss (B&W) Reparto: George O’Brien, Janet Gaynor, Margaret Livingston, Bodil Rosing, J. Farrell MacDonald

Sinopsis: Un granjero (George O’Brien) convive felizmente en el campo con su esposa (Janet Gaynor). Pero la aparición de una seductora mujer (Margaret Livingston) de la ciudad hace que comience a enamorarse de ésta, y a pensar que su mujer es un estorbo que se interpone en la felicidad entre él y su nueva y sofisticada amante.

RESEÑA DE LA PELÍCULA (EL RAPAZ)

“AMANECE QUE NO ES POCO”

Película dirigida en 1927 por Friedrich Wilhelm Murnau, maestro del expresionismo, con guion de Carl Mayer sobre la novela “Pasaporte a Tilsit”, una novela romántica de dudosa calidad, pero muy popular, en la que se nos plantea una dicotomía entre la vida rural y la vida en la ciudad. “Amanecer” fue el bautismo de Murnau en el cine americano. El productor William Fox había quedado fascinado por los movimientos de cámara del director en su anterior trabajo “El último” (1924) y le ofreció un contrato de 5 años y total libertad creativa, poniendo a su disposición todos los recursos técnicos y económicos necesarios. La película tuvo una buena crítica y cosechó 3 premios Oscar, pero lamentablemente llegó en unos tiempos cambiantes para el cine. “Amanecer” se proyectó por primera vez en septiembre de 1927, un mes antes que “El cantor de jazz” de Alan Crosland, que será la primera película sonora. La novedad de escuchar la voz y la música, eclipsó a todos los demás filmes. “Amanecer” se realizó con el sistema “Movietone”, desarrollado por la Fox, captando el sonido y acoplándose a la imagen en la misma cinta. La película se proyectó con música y algunos efectos de sonido, pero sin voz ni diálogos. El director no utilizaba muchos intertítulos en sus películas, y esto es patente en esta ocasión, donde nos sitúan en la historia, pero que utiliza mayoritariamente la imagen como elemento narrativo. Los intertítulos dejan de tener una función meramente informativa, y utilizando en ellos efectos difuminados o disueltos, llegan a dibujarnos la forma de expresarse y hasta los pensamientos de los personajes. La fotografía es impresionante y corre a cargo de Karl Struss (“El hombre y el monstruo” 1931) y Charles Rosher, destacando sobre todo en las escenas nocturnas(rodadas en decorados, como toda la película), dotándolas de un aire onírico, de irrealidad, excepcional. Murnau utiliza superposiciones en distintos planos, con resultados fantásticos, y fabulosos travellings, que unido al montaje, hace que nos parezca estar ante una película sonora de mediados de los años 30, por su ritmo y dinamismo. La banda sonora de Hugo Riesenfeld es magistral, aportando un grado extra de emoción al film, a veces con música, y otras con efectos sonoros (tañidos de campana). El peso de la película recae sobre los protagonistas, George O´Brien (el campesino), al que Murnau saca un buen partido a sus cualidades interpretativas, y Janet Gaynor, que, con solo 21 años, interpreta el papel de su vida, reflejando en pantalla perfectamente la abnegación, el miedo, el amor, el dolor y el perdón. Les invitamos a disfrutar de una de las películas más importantes de la historia del cine. Una hermosa fábula, con un acertado equilibrio entre el drama y la comedia, plagada de hallazgos visuales, a la que Françoise Truffaut calificó como “la película más bonita del mundo” y que puede considerarse como “el canto del cisne” de aquella maravillosa época del cine mudo.

Amanecer, cine clásico en el Teatro San Francisco (León)