viernes. 26.04.2024

El Colectivo Concejo Abierto de Puente Castro, como expresión unitaria del movimiento ciudadano y vecinal del Barrio de Puente del Castro, en su definición mas historicista del mismo; ante la aparición de un debate público por el Documento “Delimitación Oficial de Barrios” elaborado por la Concejalía de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de León, que ha tenido reflejo en los medios de comunicación y posicionamiento particular de alguna asociación, queremos dejar constancia:

Que, participamos de la calificación y por lo tanto de los hechos que han conducido al “arrinconamiento” de esta parte, de la sin duda, tan histórica como la ciudad de León. También reiteramos que Puente Castro ha sido tratado por este Ayuntamiento, de una forma “discriminatoria y abusiva”, con respecto a otras zonas y barrios, siendo además la que ha aportado más terreno comunal para los servicios municipales, sin ninguna contraprestación a cambio.

No es necesario precisar, que en el territorio de Puente Castro, es donde se produce el asentamiento civil conocido como “Ad Legionem”, vinculado al acompañamiento de oficios y necesidades de los campamentos militares de la Legio VI Victrix hacia el 29 (a. C.), que se consolidó con el asentamiento definitivo de  la Legio VII Gemina a partir del año 74 (d.C.). Posteriormente acreditado como “Castrum Iudeorum(Castro de los Judíos), la judería o aljama de Puente Castro fue la más antigua e importante de la ciudad de León en la Edad Media, siendo destruida por los castellanos y aragoneses en 1196, provocando que los judíos abandonaran Puente Castro para instalarse en el barrio de Santa Ana.

Por eso, manifestamos que continúa el expolio a Puente Castro y lo decimos con toda la firmeza y convención, ante ese Ayuntamiento de León que a través de la concejalía de Participación Ciudadana se han propuesto hacer una nueva división de los barrios de León. Desde un despacho del centro de León y de forma absolutamente unilateral, han empezado a hacer líneas sobre uno de esos mapas virtuales tan conocidos. El resultado para nuestro barrio creemos que os lo podéis imaginar: el enésimo expolio. El territorio de Puente Castro se ve mermado de la noche a la mañana un 20%, otro regalo más sin ninguna compensación.

En este caso, no ha habido ninguna campaña de concienciación, ni “expropiación forzosa” como con el Cementerio o por “el articulo 33” en plena dictadura con los terrenos de Caja España. Del Área Deportiva mejor ni hablamos. El método utilizado ahora es menos sutil y muy visual, pues todavía se nota el borrón del mapa que delata al escribano.

Si  nos  remontamos  a  mediados  del  siglo  pasado,  antes  de  la  OPA  amistosa  al Ayuntamiento de Armunia ( vaya pedazo de gol que les metió la ciudad de León). Como se puede ver en el gráfico tenía un territorio que se dividía fundamentalmente en dos: el centro de la ciudad y el arrabal de Puente Castro. La proporción era casi del 50 por ciento. Así hemos vivido más de 600 años, en armonía, respetando la autonomía y cooperando, pues nosotros siempre fuimos la huerta de la ciudad. En los últimos 100 años hemos estado algo más despistados y el zorro, aprovechando nuestra buena voluntad campesina, nos ha llevado alguna que otra gallina. Esta vez no se conforma con las aves del corral, que quiere llevarse la burra de la Popó, el macho de Amado y, si nos descuidamos, hasta el camión de Gelito.

Vayamos a los hechos, El Ayuntamiento de León quiere reimplantar la cogobernanza y empezar a implantar políticas de empoderamiento del pueblo. Con lo fácil que sería volver al sistema político que inventó el Reino de León y único en el mundo que son los Concejos.  Ya se sabe que, en casa del herrero, cuchillo de palo La primera iniciativa, que ya está en marcha, son los presupuestos participativos por barrio, y aquí es donde está el primer problema porque no hay una división clara en algunos barrios de León. No es el caso de Puente Castro, que durante los últimos 600 años los límites han estado perfectamente definidos, solo es necesario consultar a cualquiera de nuestros mayores. La solución se antojaba sencilla, lápiz y regla y, como hemos hecho los colonizadores a lo largo de la historia, a dibujar fronteras. Los que viven allí, que conocen el terreno, que se relacionan con el terreno y que es parte de su memoria espacial, no tienen nada que decir. En este caso no creemos que haya habido mala intención, sino, de forma natural, continuar con nuestra arraigada tradición de colonialismo.

La conquista por la cara, en este caso son 160 hectáreas de terreno, aproximadamente un 20% del total de Puente Castro. Como se puede apreciar en la comparación de mapas, nos hemos quedado sin el margen derecho de nuestro río. No solo se quieren apropiar de esos terrenos físicos, que de por si es un crimen, si no que quieren perpetrar un genocidio cultural borrando de la memoria de todos, nuestras venturas del  Tremedal, del  pozo Cantor, de  la Lastra, del  prado Carnesada o de las Labiadas por ejemplo. Nuestros antepasados a golpe de azada derramaron mucho sudor en esas tierras como para que nosotros las vendamos por menos de un plato de lentejas.

Continúa el expolio a Puente Castro "160 hectáreas de terreno por la cara"