Pequeños obradores, muchos de ellos instalados en nuestro entorno rural, elaboración cien por cien artesanal, con mimo, respetando los tiempos de fermentación, utilizando materias primas de primera calidad, que en muchos casos compran a pequeños productores: miel de brezo de las montañas de León para endulzar, nueces, castañas... un lujo del que presumir en nuestras mesas a la hora del postre.
Porque es muy bonito presumir de lo nuestro y promocionarlo en familia y con amigos.
Nos quejamos de que las zonas rurales se mueren y se nos olvida que estos pequeños obradores familiares forman parte de las estructuras que pueden dinamizar y crear empleo en los pequeños pueblos de nuestra provincia. Por lo tanto, este año desde El Buscador, te invitamos a presumir de dulces leoneses.
Resulta casi mágico descubrir unos polvorones elaborados con castañas del Bierzo. Los atesora el obrador Rosquilla Berciana que lleva fabricando dulces desde 1910. Son como pequeños tesoros de una delicadeza sorprendente. Merece la pena hacer una visita a esta tierra del Bierzo, aunque sólo sea con la disculpa de comprar polvorones de castañas y luego presumir de ellos.
En esta pequeña selección continuamos con Dulces Santa Cecilia, que comenzó su andadura en el año 1850 en Benavides de Órbigo. Aparte de la variedad y calidad de dulces navideños y turrones que nos ofrece, tienen unas preciosas cajas para regalar, que son perfectas para ese compromiso especial.
Ahora nos encaminamos hacia la maragatería, porque al hablar de obradores en Astorga, uno de los apellidos que resuena es Cadierno, elaboran dulces y pan entre otras lindezas desde 1924. Estos profesionales artesanos utilizando recetas tradicionales e ingredientes de primera han conseguido convencer a los paladares más exigentes de que el mejor Pannetone ya no es necesario ir a buscarlo al norte de Italia y que aunque en la corte del Duque Ludovico en Milán, el ayudante de cocina Toni que había estropeado el postre preparó este rico pan “pan de Toni” “Il pane di Toni” de donde se originó su nombre, nosotros creemos que ese Toni se podía apellidar Cadierno y ser maragato. Visita Astorga en Navidad y prueba las bondades de los dulces de esta familia de artesanos y presume de historia.
Otro de los clásicos de nuestras Navidades es Yemas Zorita en La Bañeza, hace un año os contamos en estas páginas la historia del rey goloso que se enamoró de estas yemas y raudo y veloz mando a un emisario real a las tierras bañezanas diciendo:
Coge el mejor caballo
y regresa con presteza,
pues no han de faltar en mi mesa,
ni un solo día del año,
las yemas de La Bañeza.
Si quieres probar unas yemas suaves como el terciopelo, estas con antepasados reales son para presumir. Además elaboran gran cantidad de turrones, polvorones, empiñonados y su afamado roscón de reyes que ya puedes reservar... Visitar La Bañeza en estas fechas y en cualquier época del año siempre es un lujo.
Y por último y no por eso menos importante vamos a uno de los desafíos del consumidor actual, encontrar pastelería artesanal sin gluten.
En el caso de Las Celicias todo su obrador es 100% Gluten Free para evitar contaminaciones cruzadas y malos desenlaces.
Situada en Alcalde Miguel Castaño, en la capital leonesa y conscientes del aumento de la demanda realizan envíos todas las semanas a la provincia.
Elaboran: mazapanes, turrones o roscones con una textura y sabor casi idénticos a los tradicionales. Porque todo el mundo tiene derecho a comer sus dulces navideños y a presumir de los productos elaborados en los obradores de nuestra provincia, tengan o no tengan gluten.
La artesanía o dulces artesanos se define como “Un objeto producido en forma predominantemente manual con o sin ayuda de herramientas y máquinas, generalmente con utilización de materias primas locales y procesos de transformación y elaboración transmitidos de generación en generación, con las variaciones propias que le imprime la creación individual del artesano. Es una expresión representativa de su cultura y factor de identidad de la comunidad”
Así que este año, toca presumir y disfrutar de lo nuestro, creérnoslo y contarlo, con orgullo de que lo nuestro es lo mejor.
¡Felices fiestas y felices encuentros!
