viernes. 26.04.2024

"Pontevedra dá de beber a quen pasa" es un dicho gallego que expresa muy bien la esencia de esta ciudad: la hospitalidad.

Parques, alamedas, paseos por el río en plena ciudad y un centro histórico que después del de Santiago, es el más importante de Galicia. Arquitectura en piedra con casas blasonadas y habitadas.

POR LAS PLAZAS DE PONTEVEDRA…

 Plaza de la Leña, típica y popular, con un cruceiro en el centro, una de las fotos más conocidas de la urbe.

Partiremos de la Basílica de Santa María A Maior, situada en uno de los puntos más altos de la ciudad, erigida en el siglo XVI, costeada por el gremio de los mareantes, cuyo barrio de A Moureira se asentaba al pie de la fachada sur del templo, fachada plateresca de muy lograda factura.

Buscando el carácter hidalgo de la ciudad nos desplazamos hacia la Plaza de O Teucro, nombre del mítico fundador griego de la ciudad, en la que podemos contemplar varios pazos barrocos. Siguiendo camino y visitando las plazas de Curros Enríquez y Méndez Núñez vemos las huellas de la hidalguía en numerosas residencias.

 Basílica de Santa María A Maior..

Estas laberínticas calles se abren a acogedoras plazas que en varios casos mantienen el nombre de su vocación mercantil tradicional, como la de la Verdura, donde aún continúa su venta, o la de la Leña, muy típica y de carácter popular, con casas de buena cantería granítica, soportales, galerías y un cruceiro en el centro que conforman una de las postales más conocidas de la urbe.

En este lugar se encuentra el Museo de Pontevedra, que hay que visitar por la importancia y variedad de sus colecciones.

ALREDEDOR DE LA PLAZA DE A FERRERÍA…

Continuamos camino a la Plaza de A Ferrería, organizada en torno a una muy bella fuente del s. XVI, donde encontramos un amplio espacio abierto que incluye la Praza da Estrela y los Jardines de Casto Sampedro. Es este el corazón de la ciudad, lugar de ocio, en el destaca la presencia del convento de San Francisco y de la Iglesia de A Peregrina, situada al pie del Camiño Portugués a Compostela, fue erigida con forma de vieira y fachada curva a finales del siglo XVIII (imagen que encabeza este artículo).

HACIA EL RÍO…

Vamos hacia el río, en el que tras atravesar el puente de Santiago podemos visitar el parque Rosalía de Castro y la Illa das Esculturas, que acoge obras de gran formato de variados artistas de renombre.

VOLVIENDO A LA CIUDAD…

Retornamos a la ciudad por el Puente de O Burgo, de origen romano pero sustituido en el s. XII por otro con once arcos de medio punto, por el que transcurre el Camino Jacobeo Portugués en el que se sitúa la hermosa capilla del Santiaguiño.

Tomamos camino hacia el magnífico Mercado de Abastos, restaurado César Portela en 2003 que cuenta con un espacio gastronómico en la primera planta, que incluye: merluzoteca, pulpoteca, puestos de pescados ahumados, mejillones…, luego nos acercamos a la Plaza de A Pedreira, donde se yergue el pazo barroco de Mugartegui, la sede del Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas, y en una esquina una antigua casa conforma un arco por el que da salida de la plaza.

Nos dirigimos hacia el Parador Nacional de Turismo, erigido entre los s. XVI y XVIII.

EN EL FINAL DE LA RUTA…

Terminamos en una concurrida zona de vinos y tapas, pasando por la Praza das Cinco Rúas, el Teatro Principal, de mediados del s. XIX y la Casa das Campás, edificio del rectorado Deputación de Pontevedra. Muy cerca aparece la Plaza de España, en la que se sitúan la Casa Consistorial, las ruinas góticas de Santo Domingo, de evocador aire romántico, y los restos de las antiguas huertas de los dominicos: la Alameda Arquitecto Sesmeros, los Jardines de Colón y los de Vincenti.

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