miércoles. 24.04.2024

Sandra Valdueza, emprendedora nata, ha recibido el pasado 29 de noviembre un gran premio de la mano de FELE (Federación Empresarios de León) como la mejor joven empresaria del año 2019, ¡Enhorabuena!

“Alma Mater” de Abacus Innova, el Restaurante La Mary y MIU Japonés. Sus empresas participan de una clara filosofía: innovación, calidad, mejora continua y seriedad. En la restauración estos aspectos se centran en espacios decorados con originalidad y calidez, cocina moderna con toques mediterráneos, cuidado de la materia prima, formación continua del personal y dedicación máxima para brindar a los clientes un trato excepcional a la vez que cercano.

Sandra destacó que el éxito en disciplinas tan variadas ha sido el equipo: “sin personas trabajando juntas, yo no podría ejercer como empresaria, sin un gran equipo detrás es imposible.”.

El Buscador indaga un poco más sobre su éxito empresarial en el ámbito de la innovación educativa.

Esta ingeniera industrial se define como una persona activa, práctica y a la que le gusta cambiar de proyecto. Cuando decidió volver a León después de años trabajando en Madrid, tenía un objetivo muy claro: aportar algo nuevo a la sociedad.

Desde que montó Abacus Innova en 2014 han llegado a 35 colegios de León y Zamora, cuentan con 20 profesores y alrededor de 1.000 alumnos. Ofrece a los niños herramientas para la vida, que sepan enfrentarse a problemas y solucionarlos utilizando su imaginación y su potencial cerebral. Según explica Sandra, es cuestión de entrenamiento y más entrenamiento.

En cualquier actividad para niños aparece la palabra creatividad. ¿Por qué es tan importante?

La creatividad influye en el cerebro en la generación de ideas y hoy destaca la persona que tenga buenas ideas, para el trabajo, para estudiar, para comunicarse… el que sea diferente. La creatividad no es únicamente pintar bien, pero sí está relacionado porque es una actividad en la que se utiliza el hemisferio derecho y la creatividad se desarrolla entrenando este.

En general, en los colegios y en la sociedad en la que vivimos se potencia más el hemisferio izquierdo. Si no haces ninguna actividad que estimule el hemisferio derecho, como la música, trabajar con las dos manos… ocurre que todo el pensamiento holístico, la creatividad, la reflexión… no se estimulan.

Vuestros alumnos trabajan siempre manipulando objetos, ¿qué les aporta?

Trabajar con las dos manos es esencial. Toda nuestra metodología es lúdica, a través del juego los niños aprenden porque la ansiedad decrece y las ganas de aprendizaje aumentan. Y es muy importante que trabajen con las dos manos porque cuando lo haces se activa el córtex cerebral y empiezan a potenciarse las redes neuronales y a estar activos los dos hemisferios.

Explícanos en qué consisten vuestros dos métodos

En primer lugar, el UCMAS (Universal Concept of Mental Arithmetic System), se basa en el entrenamiento cerebral a través del ábaco japonés. Con este instrumento ancestral los niños aprenden a sumar, restar, multiplicar y dividir. Con él potenciamos la atención, la concentración, la memoria auditiva, la memoria a corto plazo y conseguimos algo que está muy de moda, que es un mindfulness activo en el cerebro.

En una hora que dura la sesión realizamos seis o siete dinámicas, en las que trabajamos también la neuróbica la memoria la concentración y la agilidad cerebral. Vamos cambiando de dinámica porque lo que queremos conseguir es máxima concentración en el menor tiempo posible. Mejoran en matemáticas pero también la autoestima y la confianza porque se ven capaces de hacer operaciones muy rápido y sin usar el lápiz.

Lego Robotix es un método en el que trabajamos, a través del juego, las habilidades que se requieren hoy día, como son el trabajo en equipo, la comunicación, la resolución de retos, el liderazgo y aprender a pensar.

Son dos métodos complementarios porque en el de UCMAS trabajamos en grupo pero de forma individualizada y en este es trabajo en equipo. A través del juego los niños van aprendiendo sobre conceptos de ciencia, tecnología, programación, se potencia la orientación espacial, que entiendan qué es un procesamiento lógico y todas las fases para programar un robot. El reto del profesor es mantener la motivación para que aprendan. Los robots les llaman mucho la atención pero yo siempre digo que es mucho más, incluso hacemos animación a la lectura creando cuentos específicos a través de los robots.

¿Cómo veis a vuestros alumnos en cuanto al miedo al error?

El nivel de frustración es muy bajo, cada año lo notamos más. Cuando no consiguen algo a la primera se enfadan. Es algo que hay que trabajar con mucha paciencia. Nosotros siempre utilizamos el refuerzo positivo, nunca hay un ‘no lo puedes hacer’ sino un ‘prueba’. De hecho, en UCMAS no se tachan los resultados incorrectos, se circulan simplemente para que el niño sepa que lo tiene que volver a hacer. No es un error, es una oportunidad para mejorar.

¿Están cambiando las aulas?

Sí, nuestro objetivo es que llegue a todo el alumnado y por eso nos estamos involucrando mucho en formación a profesorado a través de los CFIEs (Centros de Formación del Profesorado e Innovación Educativa) y a través de la Junta de Castilla y León somos empresa adjudicataria para formar a profesores de Primaria para que utilicen robots dentro del aula.

Además del curso, ¿qué otros talleres ofrecéis a lo largo del año?

Además de los dos métodos, hay cinco momentos en los que ofrecemos talleres especiales: Navidad, Carnaval, Semana Santa, Campamento urbano en verano y una semana antes del inicio del curso en septiembre.

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