jueves. 28.03.2024

Al igual que entre los toreros existe un mundo distinto entre los que torean siempre y los que torean alguna vez, en las ganaderías ocurre lo mismo: las que lidian en todas las ferias y las que lo hacen muy de vez en cuando. A todos ellos y a todas ellas les ha pillado la dichosa pandemia al igual que al resto de habitantes del planeta Tierra.

Aunque las comparaciones sean odiosas, es fácil de imaginar que, a la hora de echar mano de la hucha, al no tener ingresos por torear, la de Enrique Ponce, por ejemplo, esté más llena que la de…el que usted quiera imaginar querido lector.

Al igual que se intuye que al no poder vender sus toros este año los hermanos Miura, por ejemplo, a estos les cueste “menos esfuerzo” alimentar sus animales que a el ganadero…ponga el nombre usted que quiera otra vez amable lector.

El caso de los ganaderos que lidian poco, que tienen sus animales para la calle para los encierros, que dependen fundamentalmente de las fiestas de los pueblos para su existencia, es dramático ante la situación en la que nos encontramos.

Julián Gómez Carpio es un madrileño que este mes cumplirá 43 años. Ha estado 20 años como recortador de toros y vacas. Siempre en la élite y siempre entre los mejores recortadores de España. Campeón de España de saltos. Campeón de campeones en Las Ventas. Un máquina, un atleta. Cuando hablamos con él para este reportaje, venia de entrenar.

Aunque está preparado para competir mañana mismo, hace tres años que se ha retirado porque ya no tiene ganas de jugarse la vida a diario como hacia cuando estaba en activo.

Ahora Julián es ganadero de bravo. Tiene 140 vacas de vientre. Dos hierros, "Bellalucía" y "Caras Blancas de Carpio" componen su ganadería. Diariamente entre vacas y toros se comen 300 €. Al mes 9000 €.

Julián quiere lidiar sus toros. El año pasado ya lo hizo con una novillada en un pueblo de Ciudad Real. Pero sabe que el camino es largo y difícil. Y más cuando gastas y no repones.

En su plaza de tientas, van novilleros y recortadores a entrenar y con ello va sacando, con muchas dificultades, su ganadería y sus sueños para adelante.

Le preguntamos si desde la administración alguien se ha puesto en contacto con él para interesarse por su situación. Nos dice que no y nos extraña porque dijo Pedro Sánchez que no iba a dejar a ningún español tirado en la cuneta en esta pandemia...

La situación de Julián y la de tantos ganaderos de bravo en toda España es complicada, con animales que comen todos los días y sin pueblos y ciudades donde correr o lidiar sus toros.

El toro. Animal emblemático español. Signo y marca de nuestro país. Elemento identificativo de España. El toro va en el ADN de cada español. Elemento indispensable para el mantenimiento de la Dehesa Española, un ecosistema ÚNICO en el mundo y del que disfrutamos en nuestro país en casi 4 millones de hectáreas. ¿Por qué el gobierno que dirige nuestro país no se preocupa de algo tan importante?

Julián y el resto de pequeños ganaderos de bravo tienen todo nuestro respeto y admiración por mantener su empeño en la crianza del toro bravo. Nos dice el ganadero: “Esto se hace por afición”, lo sabemos Julián. Muchas gracias.

|Enrique Gómez Arienza

Los otros ganaderos