domingo. 05.05.2024

La provincia de León se encuentra en medio de una situación preocupante debido a las intensas lluvias que han afectado la región en las últimas dos semanas. Más de 50 litros por metro cuadrado de lluvia se han acumulado en este período, lo que ha llevado a la suspensión de todas las labores agrícolas. En un área donde la agricultura desempeña un papel crucial, esta cantidad de lluvia en esta época del año se considera excesiva y ha dejado a los agricultores con incertidumbre sobre cuándo podrán reanudar sus actividades.

Estas precipitaciones han tenido un impacto significativo en diversos cultivos. La cosecha de maíz y remolacha se vio interrumpida apenas unos días después de su inicio, mientras que la recolección de patatas, que ya estaba en su fase final, también se ha paralizado. Además, las lluvias han afectado gravemente la recolección de las últimas parcelas de alubias y girasol, y para aquellos que aún se encuentran en el campo, la pérdida de estos cultivos parece inminente.

La mayor preocupación radica en las siembras de cereal y otros cultivos herbáceos de invierno, especialmente en las tierras de secano. Se estima que la superficie sembrada alcanzará apenas el 20% de lo previsto al final de la campaña. En la comarca de Los Oteros, donde se concentra el 30% de los cultivos herbáceos de secano de la provincia de León, las labores ya estaban retrasadas debido a la entrega de fincas de reemplazo como parte de la concentración parcelaria. Esto podría resultar en una reducción sustancial en la producción de trigo y otros cereales.

Además, las dificultades para llevar a cabo las siembras planificadas están complicando el cumplimiento de las normas de la nueva Política Agrícola Común (PAC), en particular en lo que respecta a la condicionalidad y los eco regímenes. Se enfrentan obstáculos para cumplir los porcentajes máximos de barbecho y para cumplir con las exigencias de rotación y diversificación de cultivos.

Sin embargo, no todo son malas noticias, ya que la región ha experimentado un aumento en la cantidad de pastos tanto en los montes como en las rastrojeras. Además, los pantanos de los ríos regulados han recibido aportaciones generosas de agua, lo que brinda cierta tranquilidad de cara a la próxima temporada de riego que comenzará en abril de 2024.

Fuertes lluvias paralizan las actividades agrícolas en León: preocupación por las...